Prensa Latina

 

Al igual que en países africanos como Nigeria, Guinea Ecuatorial y Gabón, Cuba colabora con Angola en el programa de lucha contra vectores como el mosquito, que provoca la malaria y el dengue, entre otras enfermedades.

El empeño en el enfrentamiento a la malaria o paludismo en África, que incluye la construcción de fábricas de biolarvicidas en territorios de la región, se justifica con creces ya que millares de personas mueren cada año por causa de una dolencia, que puede ser evitada.

La enfermedad afecta particularmente a niños menores de cinco años de edad y mujeres embarazadas, muchos de ellos residentes en comunidades pobres.

A ese panorama se suma el que desde el punto de vista económico la malaria provoca enormes pérdidas a este continente, con considerable reducción de la productividad del trabajo.

Para tener una idea del impacto de esa dolencia, baste decir que el 13 por ciento del total de decesos en Ghana, país del oeste de África, ocurren como consecuencia de esta afección, de acuerdo con autoridades sanitarias.

Avance del programa

La erradicación de focos de mosquito, y con ello de la malaria, una de las principales causas de muerte en Angola, guía el Norte de los 145 colaboradores cubanos enfrascados en la lucha antivectorial en esta nación de África Austral.

Durante un recorrido por el extenso capitalino municipio de Viana, uno de los de mayor población en el país, se puede apreciar el trabajo que realizan desde 2009 en apartadas comunidades cooperantes del Grupo empresarial cubano Labiofam y brigadistas angoleños.

Los colaboradores cubanos y los angoleños no dan tregua con su labor a los mosquitos, ratones y otros vectores trasmisores de enfermedades, dijo a esta agencia la angoleña Elsa de Palma Mendes, directora municipal de Salud en Viana, con unos dos millones de habitantes.

“Estamos muy contentos con el trabajo desarrollado para el control de dolencias como la malaria, que incluyó el mapeado previo de la región para detectar criaderos de insectos y la formación de técnicos en diagnóstico laboratorial y clínico”, afirmó.

Aquí en Viana, junto a una brigada de fumigadores locales, laboramos como asesores tres colaboradores cubanos en la lucha antivectorial, trabajo que agradece la población por los beneficios que reporta a su salud, expresó en el barrio Madera, el especialista Alejandro Figueredo.

En la eliminación de los focos de mosquito -explica- incide la efectividad de productos biológicos como el Bactivec y el Griselef, entre otras aplicaciones.

Tales elementos, biodegradables y que no contaminan el medio ambiente, son aplicados en arraigados criaderos de insectos, radicados ya sea en zanjas de desagües, residencias y otros sitios, apuntó Figueredo, quien es médico veterinario.

Luego de un pequeño receso en su trabajo de fumigación, los brigadistas angoleños Justino José, Anacleto Banda y Joan Cumprido, expresaron que para ellos tiene gran significado su labor ya que contribuye a salvar vidas humanas.

Ante el esfuerzo de operadores por ayudar a prevenir enfermedades como el paludismo y el dengue, los vecinos de la comunidad de Madera decidimos cooperar en la recogida de basura y eliminación de salideros de agua, dijo la pobladora Virginia de Nascimento.

Disminuyen casos de malaria

Gretel Raspall Gómez y Dunia Lamothe, respectivamente Jefa del proyecto de lucha antivectorial en Angola y Jefa técnica de ese Programa, coincidieron en que el mismo propicia la disminución de los casos de malaria y mortalidad de personas por esa dolencia.

Esa aseveración es corroborada por el ministerio de Salud en Angola, el cual difundió recientemente que en este país antes morían alrededor de 20 mil personas cada año por causa de la malaria, en tanto actualmente perecen menos de cinco mil.

Ambas especialistas resaltaron además que el proyecto de Labiofam marcha de forma exitosa por la realización de acciones como capacitación de personal, formación de agentes comunitarios y charlas educativas sobre saneamiento del medio ambiente.

El programa de lucha contra la malaria, iniciado hace cuatro años en Angola, tiene resultados relevantes, ya que redujo los índices de mortalidad infantil y materna, reafirmó, por otro lado, el director del Grupo Empresarial Labiofam de Cuba, José Antonio Fraga Castro.

Ese logro asociado al incremento de los servicios médicos cubanos aquí se alcanza, pese a las condiciones difíciles en que se trabaja, con un reconocimiento de la población y las autoridades sanitarias de Angola, acotó el funcionario tras el recorrido.

Para el doctor Fraga Castro, recibido por el ministro de la Agricultura y Desarrollo Rural de Angola, Afonso Pedro Canga, Labiofam podría desarrollar en este territorio producciones de suplementos dietéticos, productos para la agricultura, biofertilizantes y bioplaguicidas, entre otros renglones.

Destacó que aumenta cada día más el impacto en África de la cooperación de especialistas de Labiofam, entidad que con una plantilla de más de cinco mil 600 trabajadores diversifica sus producciones.

Consideró, en ese sentido, que luego de la reciente firma de un acuerdo de cooperación con las autoridades sanitarias de Gabón para el impulso del programa de control de malaria, Labiofam enviará a ese país a partir del próximo mes una brigada de 18 cooperantes.

El directivo empresarial, anunció también que en Tanzania, con ayuda cubana, se inaugurará el 9 de diciembre venidero una fábrica productora de biolarvicidas y biofertilizantes, que responderá a las necesidades tanzanas y para la exportación hacia otros destinos.

Al referirse a las múltiples acciones que potencia Labiofam, Fraga Castro indicó que en una próxima visita a Ecuador, la entidad firmará con ese país un contrato para la construcción de una fábrica de bioproductos, entre otros proyectos.

En el territorio latinoamericano, en estos momentos labora una brigada de 80 especialistas cubanos que realizan controles de dengue en ese territorio, básicamente en zonas costeras, destacó.