Un tonto presidente Obama y un bobo Secretario de Estado Kerry han entregado al gobierno de Estados Unidos su peor derrota diplomática en la historia y destruido la credibilidad de la Oficina del Presidente, el Departamento de Estado, y todo el poder ejecutivo. Todos están expuestos como una colección de mentirosos de tercera categoría.
 
Intoxicados de arrogancia por las mentiras y engaños exitosos en el pasado utilizados para destruir Irak y Libia, Obama pensó que «superpoder» de EE. UU., el país «excepcional» e «indispensable», podría llevarlo a cabo de nuevo, esta vez en Siria.
 
Pero el resto del mundo ha aprendido a evitar la prisa para la guerra de Washington cuando no existe evidencia. Un tonto Obama fue empujado a meter la pata por un Asesor de Seguridad Nacional incompetente y poco fiable, Susan Rice, y el paquete de neoconservadores que la apoyan, y el Parlamento Británico cortó la pata.
 
¿Qué clase de tonto se pondría en esa posición vulnerable?
 
Ahora Obama está solo, aislado, tratando de alejarse de su amenaza para atacar a un país soberano sin autorización de nadie, ni de la ONU, ni de la OTAN, ni del Congreso al que él no hizo caso. Bajo las Normas de Nuremberg, la agresión militar es un crimen de guerra. Washington hasta ahora se ha salido con la suya con sus crímenes de guerra encubriéndolos en aprobaciones de la ONU o la OTAN. A pesar de estas «aprobaciones», siguen siendo crímenes de guerra.
 
Pero su Asesor de Seguridad Nacional y los neoconservadores belicistas le están diciendo que él debe probar que él es un Hombre de Verdad quien puede estar solo y cometer crímenes de guerra por sí mismo sin protección orquestada de la ONU o la OTAN, o de un cobarde Congreso. Depende de Obama, ellos insisten, en establecer para siempre que el presidente de Estados Unidos esté por encima de toda ley. Él, y sólo él es el que «decide», el César, quien determina lo que es permisible. El César de la «única superpotencia» ahora debe hacer valer su autoridad sobre toda ley o la hegemonía de Washington sobre el mundo está perdida.
 
Como noté en una columna esta mañana, si Obama va solo, él será acosado por el resto de su vida como un criminal de guerra quien no se atreve a salir de Estados Unidos. En efecto, un amenazante colapso económico podría así alterar el poder y la actitud de Estados Unidos de que Obama podría encontrarse ante la justicia por sus crímenes de guerra. Independientemente, el gobierno de EE. UU. ha perdido su credibilidad en todo el mundo y nunca lo recuperará, a menos que los regímenes de Bush y Obama sean arrestados y llevados a juicio por sus crímenes de guerra.
 
La destrucción de Obama de la credibilidad de Estados Unidos va mucho más allá de la diplomacia. Es probable que este otoño o invierno, y casi seguro en 2014, Estados Unidos enfrentará una severa crisis económica.
 
El abuso a largo plazo de la función de la reserva de la moneda del dólar estadounidense por el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal de EE. UU., la emisión incesante de nueva deuda y la impresión de dólares para financiarla, el enfoque de la política económica de EE. UU. en el rescate de los bancos «demasiado grandes para quebrar», independientemente del impacto negativo sobre las economías internas y mundiales y titulares de la deuda del Departamento del Tesoro de EE.UU., la crisis política en espera del déficit no resuelto y el límite de techo de la deuda que le dará la bienvenida al Congreso de regreso a Washington en septiembre, el colapso de las oportunidades de empleo y una economía que se hunde, en conjunto presenta al gobierno en Washington con una crisis que es demasiado grande para la inteligencia disponible, el conocimiento y el coraje para dominar.
 
Cuando lo notorio golpea el ventilador, la incompetente y corrupta Reserva Federal y el incompetente y corrupto Departamento del Tesoro de EE. UU. no tendrán más credibilidad que Obama o John Kerry.
 
El resto del mundo, especialmente los intimidados por Washington estados títeres de la OTAN, tendrá gran placer en el malestar de la «única superpotencia del mundo» que ha estado marchando en la arrogancia desde el colapso soviético.
 
El mundo no va a rescatar a Washington, ahora universalmente odiado, con intercambio de divisas, más préstamos y ayuda exterior. Los estadounidenses van a pagar profundamente por su negligencia, su descuido, su indiferencia y su ignorante creencia de que nada puede salir mal para ellos y que todo lo que hace Washington es temporal.
 
Dos décadas de trabajo en el extranjero ha dejado a EE. UU. con una fuerza laboral de tercer mundo empleada en servicios domésticos no transables de baja remuneración, un fuerza laboral comparable a la de India hace 40 años. Ya «la única superpotencia del mundo» está afectada por un gran porcentaje de su población que depende de la asistencia del gobierno para la supervivencia. A medida que la economía se cierra, la capacidad del gobierno para cumplir con las crecientes demandas de supervivencia disminuye. Los ricos exigirán que los pobres sean sacrificados en el interés de los ricos. Y los partidos políticos cumplirán.
 
¿Es esta la razón por la que la Seguridad Interna, una institución de la Gestapo Nazi, ahora tiene una gran y creciente fuerza paramilitar equipada con tanques, aviones no tripulados, y miles de millones de rondas de municiones? 
 
¿Cuánto tiempo pasará antes de que los ciudadanos estadounidenses sean abatidos en sus calles por «su» gobierno como ocurre frecuentemente en los países aliados de Washington como Egipto, Turquía y Barhain?
 
Los estadounidenses han descuidado las necesidades de la libertad. Los estadounidenses son tan patriotas y tan crédulos que todo lo que el gobierno tiene que hacer es envolverse en la bandera, y las personas, o muchos de ellas, creen en cualquier mentira que el gobierno dice. Y el crédulo pueblo defenderá la mentira del gobierno hasta su muerte, en efecto, hasta la muerte del mundo entero.
 
Si los estadounidenses siguen creyendo las mentiras del gobierno, ellos no tienen futuro. A decir verdad, los estadounidenses ya han perdido un futuro vivible. El «Siglo Americano» de los neoconservadores se termina antes de empezar.
 
Actualización: He escuchado de amigos educados y conscientes que los medios prostitutos en el noticiero de la noche están sonando los tambores de la guerra. Esto demuestra las prostitutas pagadas que son los medios de comunicación estadounidenses y su total desconexión de la realidad. Cualquiera que pierde su tiempo en los medios estadounidenses es un idiota con cerebro lavado, un peligro para la humanidad.
 
Actualización 8:52 pm, 30 de agosto: ¿Es idiota la Casa Blanca que va a ser víctima de sus propios descuidados nombramientos presidenciales?
 
¿Acaso no tienen a nadie para decirle cómo escapar del dilema en que los han puesto su bobo Secretario de Estado y  Asesor de Seguridad Nacional? Alguien necesita decirle al tonto de la Casa Blanca que él debe decir que acepta la conclusión de la comunidad mundial de que no hay suficiente evidencia para lanzar un ataque militar contra Siria y asesinar aún más personas de las que fueron asesinadas en el presunto, pero no demostrado, ataque químico, y que él espera una mayor y mejor evidencia.
 
Dios ayude al bobo y al lamentable país que el tonto representa.
 
paulcraigroberts.orgTraducción por Ivana Cardinale