Agencias

 

28 agosto 2013 – La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, criticó hoy los prejuicios de los médicos brasileños frente a sus colegas cubanos que trabajarán en el país y defendió su decisión de apelar a profesionales extranjeros para mejorar la salud pública.

«Hay un inmenso prejuicio que ha sido exteriorizado contra los cubanos», pero «es importante decir que los médicos extranjeros, no sólo los cubanos, vienen a Brasil a trabajar donde los brasileños no quieren ir», dijo Rousseff en una entrevista con radios del estado de Minas Gerais.
 

La presidenta insistió en que el caso de Brasil no es único y en que la mayoría de los países contratan médicos extranjeros.

Mencionó el caso de Estados Unidos, donde aseguró que el 25 % de los médicos son extranjeros, y aseguró que esa tasa en Brasil no pasa del 2 %.

La decisión de contratar médicos de otros países fue anunciada en julio pasado, en respuesta a las masivas protestas del mes anterior, en las que millones de brasileños exigieron mejores servicios públicos, tanto en el transporte, como en la educación y la salud.

Los colegios de médicos brasileños han recibido con durísimas críticas a sus colegas extranjeros, en particular a los cubanos, y han iniciado acciones ante la justicia, con la intención de que se les impida trabajar.

Según sostienen los organismos colegiados, los extranjeros deberían revalidar sus títulos en universidades brasileñas, un proceso que demora meses y les obliga a pasar por numerosos exámenes para comprobar sus conocimientos.

El Gobierno ha ignorado esas críticas y ha asegurado que los médicos extranjeros tienen todas las «garantías jurídicas» para trabajar en el país.

Así lo reafirmó hoy Rousseff, quien además garantizó que el Gobierno «seguirá haciendo todo lo posible, dentro de las leyes, para llevar médicos a toda la población».

Mediante el plan anunciado en julio pasado se abrieron 15.460 plazas en la red de salud pública, pero sólo se presentaron poco más de mil aspirantes brasileños, por lo que los puestos restantes se ofrecieron en el exterior.

Sin embargo, sólo postularon 244 médicos graduados en otros países, de los cuales 145 son extranjeros, entre ellos unos cien españoles, y los 99 restantes son brasileños que estudiaron en el exterior.

Además, se anunció la contratación de 4.000 médicos cubanos, a través de programas de cooperación que ambos Gobiernos mantienen en el marco de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Los primeros 400 médicos cubanos llegaron durante el pasado fin de semana y los otros 3.600 son esperados en los próximos meses.

El salario ofrecido por el Gobierno brasileño es de 10.000 reales (unos 4.080 dólares) por mes, pero el caso de los cubanos tiene sus propias particularidades.

Según el acuerdo, el Gobierno cubano recibirá el salario de los médicos a través de la OPS y le pagará a sus profesionales.

Las autoridades brasileñas dijeron desconocer cuánto ganará cada médico cubano, pues eso depende del Gobierno de Raúl Castro.

La prensa local ha publicado datos sobre médicos de la isla que trabajan en otros países bajo acuerdos similares, según los cuales el Gobierno cubano les retiene cerca del 50 % del salario, pero eso no ha sido confirmado por ninguna fuente oficial.