Alfredo Oliva
El neoliberalismo privatiza y convierte en mercancía absolutamente todo: las relaciones sociales, la vida privada, el estudio, la salud, la seguridad, la privacidad, los derechos humanos, etc.
El Gobierno de Estados Unidos no tiene ningún tipo de complejo cuando se trata de privatizar: privatizó la guerra, la ciberguerra, las operaciones psicológicas, la seguridad, el espionaje y la vigilancia, las invasiones, la guerra sucia, etc.
Con los “autoatentados” del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas –se dice que el exanalista de inteligencia estadounidense Edward Snowden tiene pruebas de la conspiración o autoatentado– el Gobierno de EEUU convirtió al mundo en objetivo militar, cambió la Doctrina de Seguridad Nacional y convirtió al Complejo Militar Industrial en una corporación diversificada de franquicias para la guerra.
Empresas privadas de la inteligencia militar y la guerra psicológica han actuado y actúan en Venezuela. Recuerden las miles de llamadas telefónicas –hasta de madrugada– a que fue sometida la población durante las campañas electorales recientes.
Venezuela está bajo guerra psicológica y la ciberguerra; miles de personas han sido contratadas para: Primero: revisar la “prensa digital” –nacional e internacional– y operar (desprestigiar al Gobierno y al chavismo) en los foros y opiniones de las noticias sobre Venezuela; Segundo: infiltrarse en las webs de izquierda para confundir y atacar la Revolución, y tercero: intoxicar las redes sociales con rumores, mentiras y medias verdades.
La oposición cuenta con: las operaciones psicológicas, la ciberguerra y con los medios. ¡Guerra avisada!
Nota: artículo publicado en el diario Correo del Orinoco No CO1411 del viernes 16 de agosto de 2013