En un encuentro que sostuvo el pasado 31 de julio el presidente ruso, Vladimir Putin, con el príncipe Bandar Ben Sultan, jefe de los servicios de inteligencia de Arabia Saudita, el mandatario ruso le dijo a la autoridad saudita que su país «no cambiará de estrategia a pesar de sus propuestas», según indicó un diplomático árabe con contactos en Moscú.
«Bandar Ben Sultan dijo entonces a Putin que la única solución en Siria sería militar y que hay que olvidarse de Ginebra ya que la oposición no irá», añadió la fuente.
Expertos rusos estimaron también que Putin rechazó la propuesta saudita, porque este tipo de acuerdo «parece muy poco probable», declaró Alexandre Goltz, experto militar, recordando que para Putin, el apoyo al presidente sirio, Bashar Al Assad era «un asunto de principio».
«Ni siquiera los 15 mil millones de dólares, una suma enorme que representa el volumen de negocios de dos años de Rosoboronexport (la agencia rusa de exportación de armas) cambiarán algo», añadió.
Además, «la posición de Al Assad se refuerza cada día más y el Kremlin está consciente de ello. Traicionarlo en este momento sería algo muy tonto. Sin olvidar que los sauditas por lo general se demoran varios años en cumplir sus promesas», aseguró otro experto de seguridad, Andrei Soldatov, que dirige el portal Agentura.ru.
Desde el inicio del conflicto armado en Siria en marzo de 2011 a causa de grupos armados que buscan derrocar al presidente sirio, Bashar Al Assad, Moscú adoptó una política de no intervención en los asuntos internos del país.
Rusia ha condenado todo tipo de violencia y ha otorgado al pueblo sirio el derecho a decidir su destino.
Además, el Gobierno ruso está en contra del apoyo unilateral que reciben los terroristas sirios por países como Arabia Saudita, Turquía, Estados Unidos y algunas potencias europeas. Esta situación ha sido denunciada por el presidente Al Assad en reiteradas ocasiones.
En junio pasado, el ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita, príncipe Saud Al Faisal, urgió a proporcionar más armas a los grupos terroristas que operan en Siria para que se «defiendan».
Siria ha sido escenario desde mediados de marzo de 2011 de ataques terroristas contra la población civil y militar con el fin de derrocar a Al Assad. Estas acciones de violencia han dejado más de 93 mil personas muertas, según estimaciones de la ONU.