Agencias


Londres, febrero 4 – Los parlamentarios británicos deberán pagar 1,12 millones de libras esterlinas (unos dos millones de dólares) al Estado por gastos ilegales para sus segundas propiedades, tras una auditoría independiente lanzada tras la malversación de fondos públicos entre miembros del Parlamento.

Thomas Legg, a cargo de la investigación, instó a 390 legisladores, más de la mitad del total en la Cámara de los Comunes, a repagar el dinero a las arcas del Tesoro por gastos exorbitantes para sus segundas residencias que datan desde 2004.

Algunos diputados indicaron que la forma en que Legg llevó a cabo su auditoría fue «descuidada».

Legg afirmó que del total de lo adeudado, 1,2 millones de dólares, ya ha sido repagado en los meses posteriores al escándalo por los parlamentarios en cuestión, algunos de ellos de forma voluntaria.

 

En su reporte, el auditor calificó al actual sistema de gastos de parlamentarios como «profundamente incorrecto».

El ex funcionario del gobierno fue nombrado por el primer ministro británico, Gordon Brown, para «limpiar» el sistema de gastos en el Parlamento, que generó una crisis sin precedentes en el mundo político de Gran Bretaña, provocando la renuncia, entre otros, del presidente de la Cámara de los Comunes Michael Martin.