Fabian Pena (*)

 

Los medios de comunicación crean matrices de opinión contrarias a los gobiernos que intentan regular a los grandes grupos monopolicos y oligopólicos formadores de precios de bienes y servicios.

 

Los precios que estas empresas fijan impactan en la economia de las familias: alimentos, bebidas, medicamentos y salud,  aseo personal, limpieza del hogra, vestimenta y calzados, electrodomesticos, telefonos, reproductores de musica hasta materiales de construccion, vehiculos y combustibles; todos sometidos al sistema mundial y nacional de Marcas regulados por tratados internacionales y leyes nacionales.

 

Las marcas o signos distintivos diferencian productos equivalentes entre empresas o diferentes productos de una misma empresa, intentando captar la voluntad de compra de los clientes/consumidores, asociando una marca a supuestas  caracteristicas o calidades mejoradas.

 

Las empresas alimenticias transnacionales, sus filiales locales y las grandes empresas nacionales han utilizado a las Marcas como mecanismos de captacion de ganancias provenientes del salario de los trabajadores y con casi nulo control de los Estados a través de sus organismos especificos de comercio interior, defensa del consumidor, lealtad comercial y propiedad industrial (marcas y patentes). Estos organismos  del Estado han sido debilitados durante la década de los 90,s y no fueron fortalecidos para controlar los precios y defender de manera adecuada a los consumidores.

 

Cuando los precios son estables, la utilizacion de diversas marcas para un mismo producto base, pero modificando levemente su composicion con algun agregado superfluo es utilizada como estrategia para aumentar los precios sin causas reales.

 

Si un gobierno implementa una politica de precios regulados para determinados productos, las empresas alimenticias y los super e hipermercados -quienes no son formadores de precios pero son revendedores y determinan el precio final de un producto- incrementan sus ofertas de marcas para escapar a las regulaciones. Si consideran que el precio de estos productos pactados no es el suficiente, comienza la escasez de los regulados e incrementan a su vez la produccion de aquellos productos de precio libre, que en general son varias veces superiores en cantidad, a los regulados.

 

Contrariamente a lo pregonado por los economistas promercado, una mayor oferta de productos no trae aparejado necesariamente una disminución de los precios sino su opuesto contrario: la oferta de un determinado producto puede reducirse de manera inducida  por las empresas utilizando múltiples marcas. Asimismo, cuando una marca regulda por un gobierno y asociada a un  producto, no alcanza para abastecer el mercado, el producto se acaba y el consumidor debe acudir a las otras marcas no reguladas  de la misma empresa a un precio mas elevado.

 

Los supermercados además, adoptan las «marcas propias» como forma de obtener ganancias extras, tercerizando la produccion de alimentos, en general estas marcas contienen productos de calidad inferior a precios de productos «premium».

 

Los costos de propaganda y publicidad que los mega comercios gastan son incluidos en la estructura de costos, también los royalties por pago de marcas y los costos derivados de clausulas de exclusividad, y otros conceptos si se tratara de marcas franquiciadas.

 

La reducción de costos por tercerizacion o explotación de trabajadores es también otra forma perversa de aumentar la ganancia de los hiper y super mercados o sus grandes empresas abastecedoras.

 

En sí mismo, el Sistema de Marcas impulsado por los conglomerados transnacionales bajo la orbita de la OMC, fue  firmado por todos los paises en los años 90 al adherir al Acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPICs),  para aumentar globalmente la circulación de productos a nivel global y ampliar el sistema marcario a las empresas de servicios. El Sistema de Madrid creó además un mecanismo de registro de Marca Global simultanea en decenas de países al mismo tiempo.

 

Aplicar medidas regulatorias de precios en un entorno de leyes y tratados neoliberales puede tener un «efecto demostración» inicial positivo pero es indispensable ir a las causas reales de los aumentos de precios de alimentos y bebidas, en que las estrategias marcarias son un componente que distorsiona los precios de mercado, creando inflación, escasez o acaparamiento por parte de los productores e hipermercados en perjuicio, siempre, de los trabajadores.

 

(*) Fabián Pena es Especialista en Gestión de la Propiedad Intelectual

 

Fuente: http://fabianpena.wordpress.com/2013/05/27/mirar-los-precios-y-ver-como-los-monopolios-los-aumentan-utilizando-las-marcas/#more-219