«Mi idea es regresar un día, no sé cuanto tiempo pasará, pero sí regresaré. Yo soy un hondureño de verdad», dijo Zelaya el martes a la hondureña Radio Globo.
A Zelaya, además de su familia y allegados, lo acompañó también el presidente sucesor del régimen de facto, Porfirio Lobo.
Las concentraciones populares fueron convocadas por el Frente de la Resistencia contra el Golpe de Estado, que agrupa a varias organizaciones sindicales, campesinas, indígenas y a políticos progresistas que desde el inicio de la crisis han mostrado su apoyo a quien, a partir de este miércoles, pasa a ser ex presidente de Honduras. Estas marchas se efectúan también en la ciudad de San Pedro Sula (norte).
En un comunicado difundido este mismo miércoles, el Frente reiteró su decisión de desconocer al gobierno de Lobo, por considerarlo «la continuación de la dictadura impuesta por la oligarquía», e insistió en que seguirán luchando por una Asamblea Nacional Constituyente.
La investidura de Porfirio Lobo, ganador de las elecciones ilegítimas convocadas por el gobierno de facto de Roberto Micheletti, ha sido rechazada por la inmensa mayoría de los mandatarios del mundo, quienes decidieron ausentarse de la ceremonia en la que asumió la presidencia del país.