Yosmar García

 

La hipótesis de las probables causas de enfermedades en presidentes sudamericanos ha sido mencionada nuevamente por el camarada presidente Nicolás Maduro y refrendada por varias fuentes especialistas en la materia.

A riesgo de ser tildado de paranoico y alucinado, debo recordar los siguientes hechos históricos que de manera concordante en tiempo-espacio dan altas probabilidades de un evento simultáneo de irradiación o intoxicación en varios mandatarios a la vez, que provocó diferentes afecciones en cada uno de los presidentes que asistieron a las reuniones de Santa Marta.

Los medios locales informaron que Chávez, rompiendo el protocolo, pidió detener la comitiva en La Lucha, un deprimido barrio de esta ciudad caribeña, donde saludó a sus habitantes y alzó en brazos a algunos niños.

Esta parada, unida al retraso con el que llegó su avión procedente de Caracas al aeropuerto Simón Bolívar de Santa Marta, provocó que toda la agenda oficial con Santos se retrasara al menos dos horas.

Una vez en la Quinta de San Pedro Alejandrino, el histórico sitio donde murió El Libertador Simón Bolívar y hoy convertido en museo, se encontró con Santos, quien le recibió junto con el secretario general de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), Néstor Kirchner.

Allí, se volvieron a rendir honores, se escucharon los himnos de las dos naciones para después dirigirse al interior del Museo Bolivariano, dedicado a El Libertador.

También en ese momento, Chávez rompió con el protocolo al alejarse por momentos de Santos para saludar a las delegaciones diplomáticas apostadas a los lados e incluso a los periodistas.

Finalmente, se adentraron a las instalaciones de la Quinta para iniciar su reunión.

Tras este encuentro privado entre los mandatarios se unieron después los cancilleres de ambos países, el venezolano Nicolás Maduro y la colombiana María Ángela Holguín, para más tarde sumarse el secretario general de Unasur, Néstor Kirchner, quien actuó como mediador de la entonces crisis diplomática.

Todo muy sugestivo y simbólico: el lugar elegido para la cita se trató de la Quinta San Pedro Alejandrino, donde murió el libertador Simón Bolívar el 17 de diciembre de 1830.

Los mandatarios Chávez y Santos almorzaron en el salón Armando «Momo» Villegas de la Quinta de San Pedro Alejandrino. El menú fue ceviche de pescado, lomo a la pimienta, langostino, finas hierbas, arroz con coco, ensalada de lechuga y un postre con cubierta de guayaba.

Cientos de policías, militares y agencias de seguridad colombianos, israelíes y estadounidenses vigilaron desde varios días antes la Quinta de San Pedro Alejandrino.

¿Quién preparó la comida?