Entre los medicamentos esenciales se cuentan antibóticos, analgésicos, antiinflamatorios y, sobre todo, insumos que puedan ser desechables para poder actuar en algún momento determinado en la situación de emergencia en que se encuentra Haití, país gravemente afectado por un primer terremoto, el martes 12 de enero, de magnitud 7,3 en la escala de Richter, sucesivas réplicas, y otro terremoto ocurrido este miércoles, de magnitud 6,1.
En el espacio Agenda Abierta, que transmite Telesur, fue entrevistada la epidemióloga Belkis Torres, quien destacó que ante la posibilidad de que se desate una epidemia en Haití es importante que la población conserve la calma para que esté en capacidad de buscar la asistencia médica indicada, según sea el caso.
Asimismo, consideró determinante que la población ayude al ordenamiento ambiental de su nación, con su contribución a la recogida de escombros, sepultura de cadáveres que aún están al descubierto, en estado de descomposición, y organizar lo básico de lo que ha quedado de las estructuras, así como participar en las actividades económicas.
Torres explicó que ante este tipo de desastres naturales se da un ordenamiento básico ambiental, en le cual colapsan los servicios básicos como agua, residuales, alimentación, entre otros, lo que produce en la población un gran estrés o pánico.
Hizo la salvedad de que, ante todo este panorama, el ordenamiento ambiental lleva mucho tiempo y es una situación muy compleja.
Los riesgos más inminentes para la población haitiana se originan en el hecho de que aún permanecen muchos cadáveres insepultos, lo que puede generar enfermedades infecciosas, gérmenes, parasitosis, focos de vectores y contaminación del agua y de los alimentos, ante lo cual el alerta debe estar dirigido a la aparición de enfermedades como dengue, malaria, cólera, etc.
Torres mencionó la labor que están llevando a cabo galenos del Batallón 51 Simón Bolívar de Venezuela en Haití, cuyo uno de sus médicos, de apellido Ferrer, informó en un pase a Telesur que hasta los momentos la mayoría de los casos obedece a fracturas con focos de infección, con un criterio de amputación en más de 45% de los casos.
Los galenos del batallón solicitan más equipamiento para proceder de inmediato a evitar que se desate una epidemia en Haití. Sin embargo, trabajan para mantener el menor riesgo posible ante este escenario epidemiológico.
Torres señaló que las edades extremas de la vida son las que tienen más riesgos a adquirir enfermedades, es decir, niños menores de cinco años y personas ancianas.
No obstante, en casos como estos, la doctora indicó que en el organismo de una persona pueden surgir mecanismos de compensación para atenuar efectos, como, por ejemplo, la desnutrición o deshidratación, aunque advirtió que en el caso de los niños, estos mecanismos, a su vez, pueden producir otras afectaciones fisiológicas que afecten el desarrollo posterior del individuo.
Más ayuda médica
La población de Haití está consciente de todos estos riesgos en cuanto a la salud y, por eso, la mayoría de la población sigue clamando a la comunidad internacional por más ayuda médica.
Una de las consignas de la población es que necesitan más hombres con bata blanca y no con armas, porque no están en una guerra: “Necesitamos más médicos para ayudar al pueblo haitiano”.
Ante el segundo terremoto ocurrido este miércoles, el pueblo haitiano continúa en la sosobra y deambulando en las calles, en búsqueda de ayuda y portando algunas de sus pertenencias, por lo que Haití, ahora más que nunca, necesita la solidaridad de todos los países, luego de que su situación empeoró.
Ante esta nueva coyuntura, ahora más que nunca es necesario que todos los países se solidaricen con el pueblo haitiano y presten toda la ayuda humanitaria que se necesite.
Venezuela fue el primer país en hacer llegar ayuda humanitaria a Haití y tiene interés en trabajar con la comunidad de ese país para organizar un proyecto que permita la reactivación económica de la nación. De hecho, fue constituida la Brigada de Solidaridad Petión-Bolívar por los gobiernos de Haití y Venezuela, con el objetivo de diseñar un plan conjunto para la reconstrucción de la isla caribeña.
En este contexto de la labor de solidaridad que lleva a cabo la República Bolivariana de Venezuela con el país hermano de Haití, fue enviado un avión C-130 al puente aéreo internacional Venezuela-Haití, con 14 toneladas de alimentos.
Este cargamento estaba compuesto principalmente por alimentos para infantes, agua, medicinas y diversos productos que la ciudadanía junto con el Estado han dispuesto para el pueblo de la isla caribeña.
Asimismo, este lunes despacharon un barco perteneciente a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y dos Buques Tango de la Armada Venezolana, con 5 mil 675 toneladas de alimentos, los cuales zarparon del puerto de La Guaira, estado Vargas, y de Puerto Cabello, estado Carabobo.
Es así como Venezuela ha manifestado la necesidad de ayudar al levantamiento del país más empobrecido de la región y enviar ayuda humanitaria, realizar un despliegue de solidaridad y no de una fuerza militar.
En contraste, Estados Unidos ha incrementado sus fuerzas castrenses de ocupación en Haití, y luego de un primer envío de más de 12 mil marines a la isla, anunció este miércoles el envío de otros 4 mil, así como helicópteros militares Black Hawk, que aterrizaron en lo que queda del Palacio Presidencial en Puerto Príncipe, “para descargar provisiones y efectivos del ejército ante la mirada de cientos de damnificados”.
En tanto, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció que enviará 3 mil 500 efectivos más, durante seis meses “para garantizar la seguridad y la correcta distribución de la ayuda humanitaria”.
Diversos mandatarios de la región han manifestado su preocupación por la presencia militar de Estados Unidos en Haití después del terremoto, acción estadounidense que más bien pareciera que busca establecer sus fuerzas militares en la nación.
En este contexto, el obstruccionismo de Estados Unidos es uno de los motivos principales de que el pueblo haitiano no reciba suficiente ayuda y esto ha provocado duras críticas, incluso entre los aliados de la nación norteamericana, como Francia.
La presencia de las fuerzas militares estadounidenses en Haití ha debilitado, incluso, los esfuerzos realizados para reconstruir institutos gubernamentales destruidos en dicho terremoto.
De hecho, Estados Unidos, aprovechando la carencia de un Gobierno fuerte en Haití, pretende justificar la presencia de sus fuerzas que ya han asumido extraoficialmente las actividades del gobierno bajo el pretexto de «ofrecer ayudas humanitarias».