Después de un largo juicio la cadena, que también ha sido cuestionada por los índices alimenticios de sus productos, tendrá que pagar una indemnización individual a sus empleados, y al mismo tiempo tendrá que poner fin a la famosa jornada móvil que viola los derechos de los trabajadores bajo las leyes del país.
El dinero pagado por McDonalds, será “dado a la caridad para continuar apoyando la campaña del Gobierno por este tipo de casos”, aseguró Souza Rodrigues.
Por su parte, el representante del Sindicato de Hoteles y Restaurantes de Brasil, Gilberto José Silva, afirmó que “los brasileros queremos que las empresas extranjeras vengan a nuestros país (Brasil), pero respetando las leyes, nuestra legislación laboral”.
Asimismo, advirtió que no aceptarán que extranjeros “apliquen la esclavitud y exploten a jóvenes” del país suramericano.
Los trabajadores de la cadena de comida rápida, deberán dirigirse a los tribunales para obtener la indemnización individual que será otorgada por las violaciones cometidas por la empresa.