Según la compañía Tokyo Electric Power (TEPCO), operadora de la central nuclear Fukushima-1 siniestrada por el tsunami de 2011, los análisis revelaron que el pez capturado cerca de la central nuclear siniestrada presentaba una cantidad del cesio equivalente a 740.000 becquereles por kilo, el mayor índice de contaminación registrado en la zona hasta la fecha.
El pez fue recogido como parte de las operaciones que la operadora de la planta ha puesto en marcha para retirar aquellos animales marinos que se encuentran en las aguas frente a la central. Para ello, TEPCO ha colocado una red en el fondo del puerto de la central para impedir que los peces con sedimentos altamente contaminados puedan salir a mar abierto.
La actividad pesquera en la prefectura está prohibida en estos momentos, al igual que el consumo de leche, carne, setas y legumbres procedentes de allí.
El presidente del Comité de Política Energética de Japón y el titular de la Comisión Independiente de Investigación del desastre de Fukushima, Koichi Kitazawa, calcula que los niveles de radiactividad en Fukushima permanecerán altos a lo largo de todo el siglo, y que solo dentro de cien años las condiciones volverán a ser habitables en la zona.