Oscar A. Guerra

 

La política argentina es realmente llamativa, por hipócrita tanto en filas de la oposición como del oficialismo. Parece mentira que dirigentes autoproclamados kirchneristas debieran haber esperado tantos años para darse cuenta de la importancia política y social de Hugo Chávez en el proceso de unión e integración iniciados por los presidentes Kirchner, Lula, Evo o Correa, continuado con Cristina y Pepe Mujica.

 

Esa falsa postura de las cúpulas de dirigentes argentinos devenidos a funcionarios para adherir a causas por intereses personales o de grupúsculos, no hacen más que desenmascarar esa práctica individualista y mezquina rechazada por los verdaderos militantes que sin marcketing o medios trabajan desde hace años por una verdadera unión desde abajo, contra los aparatos y funcionariados oportunistas.

 

La obra de Chávez los hace cada vez más pequeños en sus miserables acciones cotidianas de sumisión a sus jefes y con una postura de falso compañerismo y trato con los más débiles.

 

Así, ahora corren a despedir a quien nunca quisieron en vida y hasta criticaron durante años por lo bajo, mientras utilizaban un falso chavismo para escalar en posiciones de gobierno o pedir pasajes para visitar Caracas como turismo político. Son sin dudas el reflejo de una práctica burguesa y decadente de individuos sin conciencia clase, ególatras sin causa y pequeños fraudes sociales.

 

A pesar de ellos y gracias a Chávez, cientos de miles de compañeros se lanzaron espontáneamente a las calles para homenajear al nuevo libertador de la Patria Grande que nació un 5 de marzo de 2013.

 

La fuerza de la conciencia pudo más que los pequeños burócratas de calle.

 

Ahora si todos somos chavistas en Argentina

 

 

Que Viva Chávez!!

Hasta la Victoria Siempre!!

Venceremos!!!