El cónsul achacó también los males de Haití y la causa del terremoto a la macumba, la religión practicada por la mayoría de los haitianos a pesar de que oficialmente el país es católico. «Creo que con tanto hacer macumba, ya no se sabe lo que es aquello. El africano en sí trae maldición».
Para disculparse recordó también que su abuelo, nacido en África, fue presidente de Haití a finales del siglo XIX y que a cualquiera que está nervioso, como lo está él con el terremoto de su país, se le puede escapar una palabrota.
El diplomático haitiano movía entre los dedos durante toda la entrevista una especie de rosario. «Es para calmar los nervios y para recibir energía positiva», dijo. En Brasil se espera que el gobierno de Haití tome posiciones ya que se ha tratado de una ofensa realizada no sólo contra su país sino contra todos los africanos.