Telesur
8 de febrero de 2013.- La Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT) llamó a una huelga general para este viernes en protesta por el asesinato del líder opositor, Chukri Bel Aid, hecho ocurrido el pasado miércoles.

La organización asegura que este crimen es una advertencia de la manera de actuar del nuevo gobierno, el cual aseguran, podría llevar a Túnez a una guerra civil.

Durante una reunión que duró cuatro horas, la directiva del sindicato decidió unirse a la manifestación planeada por los principales partidos de oposición y que se realizará en el marco del entierro del activista.

El secretario general de la UGTT, Husein Al Abasi, declaró a través de un comunicado que el asesinato de Bel Aid es una muestra de la “senda peligrosa en la que ha entrado el país”.

En el mismo sentido, aseguró que este acto “abre la vía al asesinato de políticos en un intento de silenciar el espíritu civil libre”.

En el mismo documento se sentencia al Gobierno, al cual se responsabiliza de “la propagación de la violencia política y social, de encubrir a los criminales y de no perseguir los crímenes contra la UGTT, los partidos y la sociedad civil”, según lo informado por agencias internacionales.

Mientras tanto, el partido islamista Al Nahda se declaró en contra de la creación de un nuevo gobierno, en sustitución del actual, con la intención de restaurar la calma en Túnez.

“Nosotros, en Al Nahda, creemos que Túnez necesita un gobierno político ahora. Vamos a continuar las conversaciones con otros partidos sobre la formación de un gobierno de coalición”, agregó Abdelhamid Yalasi, vicepresidente del partido.

El presidente interino de Túnez, Moncef Marzuki, denunció que el asesinato del dirigente opositor, Choukri Belaid, “es parte de un complot lanzado contra Túnez para amenazar su seguridad y su estabilidad y sumir al país en problemas”.

En declaraciones a la prensa a su llegada al aeropuerto de Túnez desde Estrasburgo, Marzuki, dijo que “los últimos ataques contra mausoleos forman también parte de este complot, con el que las personas implicadas pretenden sembrar la duda en los tunecinos”.

En este sentido, reiteró su confianza en las fuerzas de seguridad y en su capacidad para detener a los responsables, al tiempo que pidió a la clase política que de muestras de paciencia e inteligencia para salir de esta situación, según informó la agencia estatal tunecina de noticias, TAP.

Desde la caída de Zine Al Abidine Ben Alí, en enero de 2011, se han registrado distintos episodios de gran violencia en Túnez contra políticos, sindicalistas y artistas. La mayor parte de la agresiones han sido causadas por las Ligas para la Protección de la Revolución, formadas por simpatizantes del propio Al Nahda.