1 de febrero de 2013.- El Comandante de la Fuerza Aérea israelí, General de División Amir Eshel, advirtió el martes 29 de enero que Siria se está cayendo a pedazos y nadie sabe lo que el día siguiente puede traer: “La guerra puede que no estalle mañana pero estamos listos para cualquier eventualidad”, dijo.

Si la guerra no se espera para mañana, ¿por qué las fuerzas armadas de Israel, incluyendo la fuerza aérea, han estado en su más alto nivel de preparación desde el 25 de enero? La crisis siria técnicamente no se ajusta a la descripción de un estado de guerra. Sin embargo, la violenta turbulencia en ese país, orquestada por Occidente, puede en cualquier momento desbordarse sobre la frontera en hostilidades en una forma u otra.

La postura de “no comentarios” sobre en conflicto sirio, desde hace mucho tiempo por el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el ministro de Defensa Ehud Barak es insostenible y sin sentido, sobre todo después de que éste interrumpió un viaje familiar al extranjero para regresar a casa de prisa el sábado.

Nadie cree la explicación oficial de que las tres baterías anti-misiles de la Cúpula de Hierro estacionadas durante el fin de semana en el norte de Israel – a la vista de miles de habitantes locales – se encuentran en el lugar para una prueba de rutina planificada de antemano – menos aún luego que un alto oficial israelí le dijo a la AFP que “grandes fuerzas de Hezbollah están estacionadas en los depósitos de armas químicas de Bashar al Assad listas para apoderarse de ellas”.

El oficial expresó que “si esto ocurre una decisión para atacar a Siria o Líbano tendrá que ser implementada inmediatamente”.

Por otro lado, el comentario del General Eshel corrió con fuerza sobre la grave advertencia emitida el martes por el ministro de Defensa y jefe del ejército egipcio Abdel-Fattah el-Sissi. “La lucha política está presionando al estado al borde del colapso”, expresó al sexto día de las turbulentas protestas a lo largo del país con un costo de más de 60 muertos.

El General El-Sissi reaccionó al caos que envuelve a Egipto. El gobierno encabezado por el presidente Mohamed Morsi y la Hermandad Musulmana ya no es un gobierno que funcione. Se han reducido a la única tarea de luchar para mantenerse en el poder.

A medida que Siria y Egipto se tambalean, el pronóstico de fatalidad del General Eshel señaló que nadie sabe lo que traerá el mañana.