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Los bancos estadounidenses líderes no se consideran culpables de la crisis financiera que asoló al país, según se desprende de las declaraciones que prestaron hoy ante el comité de crisis financiera en Washington.

El presidente del Bank of America, Brian Moynihan, afirmó ante el comité que la recesión fue una profecía autocumplida. Los directores de los principales bancos, como JP Morgan, Goldman Sachs y Morgan Stanley también tuvieron que declarar hoy ante el comité del Congreso, que debe dilucidar las causas de la crisis financiera, informa DPA.

El gobierno tuvo que desembolsar unos 700.000 millones de dólares para paliar los efectos de la crisis. Decenas de pequeños bancos quebraron. De hecho, el Estado sigue siendo el principal accionista del Citigroup y la aseguradora AIG.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está evaluando aplicar un impuesto al sector bancario para recuperar parte de los fondos que el gobierno gastó para salvar el sistema financiero.

‘Muchas empresas asumieron un riesgo demasiado alto’, dijo el jefe del consejo de administración del banco de inversiones Morgan Stanley, John Mack, sin reconocer ninguna culpabilidad. Los bancos de inversiones son los más criticados públicamente ya que obtuvieron ganancias millonarias con acciones poco transparentes que finalmente llevaron a la cuasi quiebra del sistema financiero.

‘Apenas representamos el otro lado de aquello que quieren hacer las personas’, se justificó el jefe de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein. Según indicó, siempre hay alguien negociando del otro lado. Si bien su instituto ganó con la crisis, apostó tempranamente por los mercados en caída. Hace pocos días, Goldman Sachs había reconocido haber apostado con sus transacciones financieras contra sus propios clientes.

‘Eso me suena un poco como si usted vendiera un auto con los frenos rotos y luego le vendiera al comprador un seguro contra accidentes’, dijo el presidente del comité, Phil Angelides, quien agregó que este tipo de prácticas no generan confianza en los mercados.

Los banqueros aún deberán declarar ante el Congreso un día más.