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China llevó a cabo con éxito una prueba de tecnología militar para interceptar misiles de medio alcance, informó hoy la agencia oficial de noticias Xinhua.

 

Según anunció el Ministerio de Asuntos Exteriores, ‘se trata de una prueba defensiva que no está dirigida a ningún país’ y ‘se consiguió el objetivo esperado’.

La prueba se produce tras una intensificación de las tensiones entre Taiwán y China, después de que Washington accediese hace menos de una semana a vender a la isla un paquete de equipo militar valorado en 6.500 millones de dólares y que incluye equipos de misiles Patriot PAC-III.

 

Además, Taipei anunció ayer que planea comprar ocho fragatas tipo Perry a EEUU, y espera que Washington las equipe con los sistemas de combate Aegis, que incluyen ordenadores, radares y misiles con capacidad para atacar a varios objetivos simultáneos.

Desde la toma de posesión de su presidente Ma Ying-jeou, en mayo de 2008, Taiwán ha lanzado una campaña de distensión y acercamiento a China, sin embargo, considera que debe mantener defensas adecuadas, ante la negativa de Pekín a renunciar al uso de la fuerza para lograr la unificación con Taipei.