Miguel Alfonzo
Nuevamente, el Estado genocida de Israel ha atacado a Gaza: “se eleva a 39 el número total de víctimas mortales en ataques del Ejército israelí en Gaza desde que se inició la ofensiva ‘Pilar Defensivo’, el pasado miércoles (14-11-12)”, informan fuentes sanitarias de la Franja. En esta oportunidad, el colectivo Proyecto Socialista quiere dedicar su espacio editorial por la sangre inocente derramada en la tierra de Palestina.
Muchos se preguntarán el por qué de nuevo este ataque. ¿Sería por los cohetes lanzados “maliciosamente” por los provocadores palestinos esta semana?, tal como lo insinuó la prensa mundial. Incluso, su aliado presidente de los E.E.U.U., Barack Obama, proclamó debidamente que Israel tiene “derecho” a atacar a cualquiera, en cualquier sitio, por “autodefensa”. ¡Y cómo se atreve Hamás a tomar represalias!
La respuesta es más compleja y cruel que de una forma resumida seguidamente detallaremos.
Esta nueva masacre se inicia cuando el domingo pasado, según el portavoz del ministerio de Salud de Gaza, Ashraf al-Qidra, anunció que un niño de 13 años, Hameed Abu Daqqa, recibió un disparo en el estómago mientras jugaba fútbol con sus amigos frente a su casa en el sudeste de Gaza. El “terrorista” futbolista representaba evidentemente una amenaza para la miríada de helicópteros israelíes que sobrevolaban el lugar. Las facciones de Gaza tuvieron que responder y atacaron a los soldados israelíes (no civiles). Era la excusa perfecta para que Tel Aviv lanzara su ofensiva destructora. El lunes, 12-11-12, según la prensa, Hamás y otras facciones palestinas en Gaza ofrecieron una nueva tregua a Israel. No sirvió para nada. El miércoles, el jefe del ala armada de Hamás, Ahmed al-Yabari, fue asesinado selectivamente.
Ahora el lector o lectora se preguntará el por qué matar a ese niño futbolista y Ahmed al-Yabari. Hay posibles y variadas respuestas, Ud. elija:
a) Cuando se es dirigente político de la nación más militarizada del planeta –como es el caso del primer ministro israelí Benjamin «Bibi» Netanyahu– hay que encontrar maneras de jugar con sus juguetes;
b) Israel va a las urnas en enero. Así emerge la campaña política de «Bibi» en plena acción. Consigna de la campaña: Matemos palestinos. Con la oferta de semejantes emociones se ahoga cualquier otra voz política israelí, aunque discrepe ligeramente;
c) La nueva posición de E.E.U.U. sobre el caso de Irán, archi-enemigo de Israel. La reciente declaración del presidente reelegido de EE.UU., Barack Obama, que ha dejado absolutamente claro que el camino adelante es la diplomacia, no las bombas para el “problema de Irán”. Además, exclamó: “Tiene que haber un camino mediante el cual ellos [Irán] puedan tener energía nuclear pacífica mientras satisfagan sus obligaciones internacionales y suministren claras garantías a la comunidad internacional de que no andan tras un arma nuclear”. Esto ha llevado al compromiso del presidente de «realizar un impulso en los próximos meses para ver si podemos abrir un diálogo”, rompiendo el Muro de la Desconfianza entre EE.UU. e Irán. Es de allí que Bibi lanza la Operación Columna de Nube o redenominada “Pilar Defensivo” contra el único lugar de la Tierra en el que las Fuerzas de Defensa de Israel pueden crear un infierno y causar estragos con toda impunidad y un “daño colateral” carente de importancia;
d) La justificación para seguir masacrando habitantes de Palestina y apropiarse de sus tierras; e) el simple odio por ser palestinos, relativamente “diferentes” a su cultura y costumbres:
f) Todas las afirmaciones anteriores son ciertas.
Como observarán estimados lectores, cualquieras de estas causas son inhumanas. No hay palabras para calificar estas acciones del gobierno israelí. Están masacrando a mujeres, niños y hombres que su único pecado es de ser vecinos de esta nación. ¿Quiénes pararán este nuevo genocidio? ¿La ONU? ¿La OTAN? ¿Barack Obama? La historia nos dice que no serán ellos. Los palestinos con su lucha y la opinión de los hombres y mujeres de buena voluntad que habitan en esta Tierra. Son ellos, más nadie. Debemos unirnos a su lucha. Denunciemos este nuevo crimen. No aceptamos más la ley del más poderoso.
BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA, PORQUE ELLOS SERÁN SACIADOS. Evangelio de San Mateo (5, 3-10).