Mario Aníbal Drumon

 

Los integrantes líderes de las organizaciones sociales y políticas del espacio “Unidos y Organizados” han sido asimilados en su totalidad a la gestión del gobierno y a cargos electorales nacionales y provinciales.

 

Esta unión para organizarse y nuclearse en torno a las instrucciones emanadas del comando central de la presidenta, Cristina Fernández, ha generado en parte un efecto no deseado para la coalición del gobierno tal es el debilitamiento de las propias fuerzas sociales y del gobierno, al mismo tiempo.

 

El encuentro de oficialización del espacio político kirchnerista llevado a cabo en el estadio del club Velez Sarfield como primer gran acto luego del triunfo electoral de octubre de 2011, no dio el resultado esperado para el actual momento político por el que atraviesa la política nacional.

 

Asimismo, los propios ministros del gobierno no están dando la talla del momento histórico y no parecen estar en la frecuencia de la presidenta, además de darle insumos falsos para la toma de decisiones al momento de la resolución de problemas concretos.

 

La falta de un ideario e ideología que aborde la raíz de los problemas centrales de la estructura neoliberal aun vigente, son los limites políticos con los que gobierno comienza a chocarse, pues no puede reconocer en su desesperación por resolver el pago de los intereses de la deuda externa o financiar inversiones para mantener el crecimiento económico (objetivo neoliberal) con inclusión social basada en el asistencialismo clientelar (método neoliberal conservador).

 

La falta de cuadros políticos con conocimiento y formación social son además otro limitante de la nueva fuerza que lidera Cristina Fernández, conformada esencialmente por técnicos formados en universidades liberales con programas de estudios neoliberales o sus variantes neokeynesianas que han fracasado en toda la orbe.

 

Las nuevas ideas basadas en el fetichismo marketinero de la ciencia y tecnología -adoptado como relato de la construcción de futuro- se choca con la realidad de una tasas de deserción escolar secundaria de un 54% con 5 millones de adultos entre 18 y 26 años  sin haber concluido los estudios medios.

 

La batalla cultural y mediática que comienza a socavar la credibilidad conquistada con medidas políticas a favor de los sectores medios bajos, está siendo seriamente horadada por el ejército de comunicadores mercenarios de la derecha nacional e internacional, que vienen ganando batallas desde hace algunos meses y a “paso de vencedores”.

 

El panorama político, económico y social pareciera entrar en una dinámica de desestabilización al estilo “golpe suave”, ya probada en varios puntos del mundo con más aciertos que fracasos, pues es acompañado de apoyos externos de gran poder económico que tienen bunkers en las embajadas y empresas transnacionales, como para desatar un período de grandes convulsiones reales y mediáticas con motivo de la aplicación de la ley de medios audiovisuales el próximo 7D, para el que Unidos y Organizados deberá activarse o sucumbir en el intento.

 

mariodrumon@gmail.com