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Esta “coalición nacional” a la cual EE.UU. se refiere, se trata de un acuerdo suscrito por las diferentes facciones del Ejército Libre Sirio (ELS) y la oposición que actúa desde el exterior, cuyo objetivo es “trabajar por la caída del régimen y de todos sus símbolos y pilares” y rechazar cualquier diálogo con el presidente Al-Assad.
De manera unilateral, y a espaldas de la comunidad internacional y del enviado de las Naciones Unidas y la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi, las facciones opositoras pretenden formar un “gobierno provisional”, cuando esta “coalición nacional” logre el reconocimiento de la comunidad internacional, tras la “caída del régimen”.
En ese sentido, Toner precisó que Washington felicita a los grupos opositores porel acuerdo alcanzado y agradece al Gobierno de Qatar por su apoyo.
Según la cadena iraní Press TV, algunos dirigentes opositores que viven en Siria han declarado, tras el anuncio, que “las decisiones de la presunta oposición en el extranjero no representan la voluntad del pueblo sirio”.
En tanto, la Agencia IRIB reseñó que este principio de acuerdo sustenta sus bases en los principios del modelo desarrollado por la oposición libia, antes de la caída de Muamar al Gaddafi, y que tiene a este país sumido en el caos y la miseria.
En tanto, el líder del autodenominado Consejo Nacional de Transición, George Sabra, exigió a la comunidad internacional que se limite a “proporcionar armamento a las fuerzas rebeldes (terroristas)” y abstenerse de interferir en el proceso político interno.
Días atrás, el exembajador norteamericano ante Damasco, Robert Ford, declaró que la oposición no debe esperar ninguna intervención militar por parte de la recién reelegida administración del presidente Barack Obama.