La declaración, difundida por la Casa Blanca, pone a disposición de los gobiernos y comunidades locales los fondos, equipos y personal del Gobierno Federal necesarios para afrontar las consecuencias del desastre y socorrer a los damnificados por la tormenta, que ha matado en EE.UU. a 15 personas.
La tormenta ha dejado a millones de personas sin suministro de electricidad desde Maine a Carolina del Norte, forzó la suspensión de más de 13.000 vuelos de aerolíneas comerciales en más de una docena de aeropuertos del Este del país, y mantiene suspendidas las actividades de los gobiernos en la región.
El Servicio de Pronósticos Hidrometeorológicos indicó hoy que el centro del ciclón post tropical se mueve por el sur de Pensilvania y podría dirigirse el miércoles hacia Canadá.
A su paso por el Caribe, como huracán, «Sandy» causó por lo menos 16 muertos en EE.UU. y uno en Canadá desde que tocó tierra en Nueva Jersey el lunes de noche convertido en tormenta.
«Sandy», con vientos sostenidos de 125 kilómetros por hora, levantó marejadas de hasta cuatro metros en áreas de Nueva Jersey y Nueva York.
Nueva York y su área metropolitana (19 millones de habitantes) amanecieron hoy sin transporte público, con importantes interrupciones del suministro eléctrico y con todos los aeropuertos y casi todos los puentes y túneles de la ciudad cerrados.
Las escuelas, universidades, museos, grandes sedes empresariales, la sede de Naciones Unidas y la bolsa de Nueva York seguirán cerradas hoy, lo que contribuirá a aligerar el tráfico.
«Sandy», además, ha paralizado casi totalmente la campaña electoral del presidente Barack Obama, que busca la reelección, y del republicano Mitt Romney.
Los comicios están fijados para el martes 6 de noviembre, aunque millones de ciudadanos han votado ya por anticipado.