Javier Monagas Maita

Los dos siguientes párrafos, son parte de un material enviado gentilmente por los hermanos de “una locha”, de varios documentos sobre terrorismo, aplicado por los imperios del pasado y del presente para su provecho y como justificación de las agresiones a otros pueblos.

“El Presidente Franklin Delano Roosevelt necesitaba una guerra. Él necesitaba la fiebre de una guerra grande, para enmascarar los síntomas de una economía aún mortalmente enferma, que se recupera tras la Gran Depresión (y mutando al mismo tiempo hacia el Socialismo). Roosevelt quiso una guerra con Alemania para detener a Hitler, pero a pesar de varias provocaciones en el Atlántico, el pueblo norteamericano, que se mantenía luchando con una economía aproblemada, se opuso a cualquier guerra. Roosevelt violó la neutralidad al prestar naves en arriendo e incluso ordenar el hundimiento de varias naves alemanas en el Atlántico, pero Hitler se negó a ser provocado.

Roosevelt necesitaba un enemigo y si Norteamérica no deseaba atacar a ese enemigo de buenas ganas, entonces uno de ellos, tendría que ser manipulado para que atacara a Norteamérica, Tal como Marcus Licinius Crassus manipuló a Espartaco para atacar Roma”.

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Ahora bien ¿No les parece curioso, compatriotas lectores, que cada vez que el imperio sionista yanqui está en aprietos, sucede un milagroso y oportuno ataque terrorista? Tonkín, Pearl Harbor, el Maine, las torres gemelas, etc. Lo mismo que cuando quieren atacar a una nación, emprende una campaña de relacionamiento de esa nación con lo que ellos denominan terrorismo (antes comunismo). En este momento, luego que se descubrieran fuentes energéticas en Yemen, agarran a un torpe que no se sabe como subió a un avión, simuló volarlo, heroicamente fue sometido y, apresado por los pasajeros. Ese sospechoso episodio, es la excusa creada para que el imperio en decadencia Sion – yanqui, se disponga a atacar a la nación yemeni, pero ya lo había hecho hace poco, y mataron a unos indefensos civiles. Más, es necesario montar el parapeto para hacerlo en escala mayor, posesionar sus tropas asesinas en Yemen y así fácilmente, controlar los recursos naturales de ese país. Para el imperio sionista, el invento de los avioncitos esos, sin conciencia (sin pilotos), es una gran ventaja, matan desde lejos y no arriesgan. Así sus cobardes asesinos entrenados no corren riesgos, y la opinión publica interna y los familiares yanquis no sufren el dolor que las tropas malditas, Sion – yanquis, producen a otras familias en el resto del mundo. Por eso prohibieron los muy hipócritas, las fotos de sus muertos de retorno a la cuna del terrorismo yanqui. Por eso prohibieron las fotos de sus depravados asesinos torturando inocentes en cárceles clandestinas y no tan clandestinas, por eso mienten para justificar genocidios a nivel global con sus aviones y armas de manipulación del clima, por eso dieron el golpe de estado en honduras, y la infeliz de Hilary Clítoris, llamó luego al presidente Funes del Salvador, para amenazarlo y hacerle cambiar de parecer por terror a las consecuencias de sus malvadas retaliaciones criminales. De esa manera, han convertido a los países humillados en América central y otras como Perú y Colombia, en rehenes de sus depravadas dadivas miserables, después del saqueo que hacen a los pueblos de esas naciones, saqueo producido a los que viven en sus terruños y a los que ilusamente, van al norte buscando una alternativa para sobrevivir al caos intencional, provocado en sus países de origen por el neo liberalismo depredador

La mentira y el engaño, son las herramientas preferidas del imperio Sion yanqui norteamericano e Israelí. Bajo esa falsedad, han comprado conciencias, acciones y actitudes, de gente que se creía confiable, pero que pusieron un precio monetario a su honor y responsabilidad, de esa manera, los traidores y vende patrias, son los instrumentos preferidos de los compradores de entes vacios.

Indudablemente Venezuela, es blanco de una escalada a nivel global para desvirtuar la esencia misma de los deseos del pueblo por ser independientes y libres. Más allá del bienestar material, el pueblo venezolano ha demostrado que posee suficiente dignidad y coraje para enfrentar los ataques a su idiosincrasia, de hecho, es blanco preferido de las manipulaciones propagandísticas del imperio de la mierda yanqui, para desvirtuar su esencia cultural. Por eso nos quisieron borrar la Historia, la Geografía, los valores autóctonos y los precedentes culturales. Por eso nos tratan de anular la memoria histórica. Por ese motivo, la programación de las televisoras es en detrimento de lo nacional e impulsora de la cultura impuesta gringa, por ese motivo las noticias de los medios escritos al servicio del imperio, desprecian las gestas del pueblo y resaltan las basuras del imperio dominante.

No puede haber armonía entre lo que destruye lo innato y lo que promueve lo ajeno, es imposible. Esa figura llamada reconciliación, que mediáticamente manejan los perros serviles del imperio Norteamericano sionista, contra el representante legitimo de la soberanía popular, llámese gobierno o Hugo Chávez Frías, es imposible de hacerla convivir, es como tener a la misma vez, en igual tiempo y espacio; luz y sombra sin cuerpo sólido de por medio. Es decir algo imposible en la física conocida. Ese es el principal elemento del descalabro de esa estafa histórica llamada Iglesia Católica romana. Es el principal motivo que hoy en día se tambalee un clan tan poderoso y dañino como esa entelequia histórica y engañadora, residenciada en el Vaticano.

Cuando los mitos se caen, las reales circunstancias, obligan a todos a tomar posiciones definidas. Es por eso que las cúpulas eclesiásticas a nivel mundial, se inclinan en defender los intereses del capitalismo, de igual forma los sacerdotes de bases y abates, se inclinan en su mayoría por el interés del pueblo llano, es una contradicción que se debe definir sin duda alguna, en la desbandada tumultuosa de esos hombres de bien, hacia la conformación de una nueva estructura social participativa y de apoyo, en beneficio de los más necesitados, bien alejados de la identificación de la palabra iglesia católica u otra forma de religión drogo – dependiente y dominante. Es cierto que hay honestidad en los cuadros sacerdotales y clericales de baja jerarquía, pero también es verdad, que hay un compromiso enfermizo en los altos y medios bajos de esa misma mafia eclesiástica, para favorecer las desigualdades sociales y la miseria institucionalizada como religión. Por eso se ve la posición de Urosa Sabino, Baltasar Porras (ladrón de sus congéneres religiosas monjas, en Mérida, etc.) al lado de la corrupción, el robo y el golpismo pro yanqui; por el otro se ve y escucha con todo amor y respeto, al padre Matías Camuñas, o Juan Rojas, o al padre Atencio, o al sacerdote anónimo del caserío, que sufre las penas y angustias del pueblo y lo acompaña en la cruzada por sus derechos humanos secuestrados por el gran capital.

Ese gran capital, es el generador de las desigualdades sociales y económicas, bajo las cuales se impone a sangre y fuego a la mayoría de la sociedad, hipócritamente organizada para garantizarles unos derechos absurdos y aberrantes, en beneficio de esa pervertida minoría. Una minoría que mantiene a la sociedad enferma para reinar sobre el caos.

Cuando los pueblos despiertan y tumban las falsas mascaras de la oligarquía, entonces entra en juego el terror inducido y la manipulación generalizada, incitando a los sometidos a defender lo que no tienen; d esa manera se enfrenta a pueblo contra pueblo, defendiendo intereses ajenos a su esencia y libertad. De la misma manera se crean tropas elites al servicio de la minoría dominante, especializadas en masacres efectistas y selectas de los que con conciencia les rompen los esquemas de dominación. Pero el pueblo aprende y poco a poco nos organizamos en pro de nuestros intereses colectivos, desechando lo individualista y egoísta. El fin de la era del coloniaje y la dominación de clases está cerca de su fin irremediablemente, con ella se cae esa inmoral organización del sistema capitalista mundial.

javierdelvallemonagas@gmail.com