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Tropas de ocupación asesinaron a 10 civiles, ocho de los cuales eran niños en edad escolar, durante una operación al este de Afganistán, según reveló una investigación del gobierno de Kabul publicada este miércoles por la presidencia.
La masacre de la decena de civiles, ocurrida el sábado pasado y anunciada el lunes por el presidente Hamid Karzai, provocó en días recientes una conmoción en el país, donde fueron organizadas protestas contra los militares de la coalición extranjera que ocupan Afganistán, liderados por Estados Unidos (EE.UU.).
«Una unidad de las fuerzas internacionales bajó de un avión en el distrito de Narang de la provincia de Kunar y sacó a diez personas de tres casas, ocho de las cuales escolares, uno de ellos era un invitado, el resto de la misma familia, y los mató a balazos», precisó el jefe de los investigadores afganos, Asadulá Wafa, citado en el comunicado de la presidencia.
Pese a la existencia del informe, las tropas extranjeras con base en la provincia de Kunar, donde se produjeron los hechos, aseguraron «no estar al tanto del incidente», según la declaración gubernamental.
La masacre fue también negada por la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que afirmó no haber efectuado ninguna operación en la región el sábado.
No obstante, un alto oficial de las tropas invasoras, que pidió mantener el anonimato, garantizó que no sólo que el operativo sí se hizo, sino que lo llevaron a cabo soldados estadounidenses.
El pasado lunes, Kazai acusó a las fuerzas militares de la coalición de haber matado a una decena de civiles, ocho de ellos escolares, durante una operación el sábado pasado en la provincia de Kunar, vecina de Nangarhar, en la frontera con Pakistán.
La identidad de los ocho escolares asesinados fue proporcionada al jefe del equipo de investigadores, el gobernador de la provincia de Kunar, por parte del director de la escuela donde cursaban estudios los niños, detalla la nota de la presidencia.
El propio Karzai conversó con el padre y tío de los infantes fallecidos y «les aseguró que el gobierno investigaría seriamente sobre este hecho y que actuaría conforme a la ley contra los culpables», precisó el comunicado.
Entretanto, este miércoles cientos de estudiantes afganos, a manera de protesta, quemaron una efigie del presidente estadounidense y premio Nobel de la Paz, Barack Obama, durante una manifestación en Jalalabad (este de Afganistán) contra las tropas occidentales.
Los estudiantes bloquearon las calles de la ciudad y gritaron consignas contra Obama y los militares foráneos.
Por su parte, varios diputados, entre los que destaca el representante de Kunar, abandonaron el lunes el Parlamento en señal de repudio a la tragedia.
El secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, aseguró recientemente que la disminución de bajas civiles era «una prioridad» de la OTAN y de las tropas estadounidenses.
Afganistán fue escenario en los últimos años de manifestaciones contra la presencia de tropas internacionales, contra algunas de sus presuntas actuaciones y contra la muerte de civiles.
El pasado 25 de octubre en una manifestación en Kabul ya fue quemada una marioneta con el rostro del presidente estadounidense para protestar por la quema de un ejemplar del Corán por soldados extranjeros.
Esta semana, la Organización de Naciones Unidas (ONU) aseguró que la muerte de civiles aumentó un 10,8 por ciento en Afganistán en los primeros diez meses de 2009, con un total de 2 mil 38 muertos en lugar de los mil 838 en la misma época del año anterior.