
Para Garzón, la causa de la justicia sueca contra el fundador de WikiLeaks se caracteriza por “la falta de consistencia”, pese a lo cual, la actitud del australiano “no es una actitud rebelde”, ya que “ha ofrecido su colaboración: lo hizo cuando estaba en el Reino Unido sometido a un proceso de extradición, lo hizo previamente cuando salió de Suecia con autorización y posteriormente ofreció la posibilidad de regresar y aclararlo, y lo sigue haciendo ahora con la petición de que un fiscal se traslade hasta Gran Bretaña para interrogarle”. No obstante, Suecia insiste en que Assange sea interrogado en el territorio de este país escandinavo, lo que, según Garzón, es “una postura excesivamente rigorista”.
«Julian Assange es un refugiado político y no puede ser perseguido»
El defensor de Assange señaló que aunque Gran Bretaña “tiene un compromiso y una obligación legal de atender la demanda de Suecia una vez que el Tribunal Supremo así lo ha establecido”, no es menos cierto que tiene “también la obligación de emitir un salvoconducto o proteger el derecho de asilo político que el señor Assange como refugiado tiene”.
Según explicó Garzón, actualmente en el caso de Assange se ha declarado «un derecho de asilo político en la modalidad de asilo diplomático, porque hay un país, que es Ecuador, que dice que esa situación no es delictiva sino una persecución por motivaciones políticas”. Y como el fundador de WikiLeaks ya tiene el derecho de asilo reconocido, “ninguna demanda de extradición podría prosperar”, afirma Garzón. “Al ser reconocido, se genera ese derecho.
En este momento Julian Assange es un refugiado político, es un asilado y no puede ser perseguido por unos hechos que están en la base de esa concesión de asilo”, apuntó el defensor del periodista australiano. Asimismo aseguró que, por esas razones, actualmente Assange “no puede ser abordado ni puede ser detenido”.