Mario Casartelli
Otra nueva: el caballerito Federico Monsfranco se despachó con declaraciones al más puro estilo stronista, diciendo que monseñor Mario Melanio Medina, en vez de hablar de política en su homilía, debiera dedicarse a salvar almas, e insistió con que le importan más los trasgénicos que el tema EPP, alegando que el sacerdote se hacía del desentendido al respecto. Y en un momento de su irrupción gritó: «¡Viva Paraguay!» en directa alusión al slogan que su «gobierno» pretende instalar en el país (Parece que aún no sabe que ya existe una frase que dice: «Viva Paraguay, menos su gobierno tembiguái»), y, entonces, al carecer de argumentos consistentes apela a invocar a Dios para «cientificar» sus semillas transgénicas.
Ay, si intentara aprender un poquitito de la Biblia, ya que no supo leer como corresponde la Constitución Nacional. Entonces sabría cuán ajeno está él a las palabras y propuestas sociales del Nuevo Testamento, es decir, de las parábolas de Jesús, respecto a lo que debe ser un pastor de su rebaño.
Y en relación al EPP el caballerito sabe tanto como monseñor Medina, puesto que el propio Federico dijo que va a utilizar “todos los recursos necesarios para capturar a ese grupo, pero eso no se logra del día a la noche, porque requiere tiempo”. Y nos preguntamos ¿cuánto tiempo? Es seguro que le llevaría más meses de los que dispone como “presidente”.
De paso, hay que tener en cuenta que muchos de los actos delincuenciales atribuidos al EPP dejan mantos de duda. Cualquier asalto o agresión cometidos vaya a saber por quién o quiénes se endilga rápidamente a este grupo sin tener la más mínima certeza o prueba de ello. Pero, volviendo al caballerito, ese modo de obrar suyo a la ligera ya no es extraño, porque ojapo reínte heta mba’e (hace a las disparadas muchas cosas).
Después de todo, sus metidas de pata en declaraciones las cubre con otras metidas de pata y así sucesivamente. Ante tanto aluvión de disparates –o de cinismo- ya no sabemos cómo seguirle el tren. Y en esto no le va en zaga su cancillerito, José Félix Fernández Estigarribia, quien en un reciente programa televisivo -complaciente, a no dudar- también se despachó con argumentos llenos de lugares comunes, frases hechas, como la «soberanía», “el patriotismo”, “la independencia”, “la conspiración chavista”, etc.