El paro desbocado, la prima de riesgo disparada y el déficit descontrolado.

El verano toca a su fin y la situación económica sigue igual de mal o peor. El Gobierno de Rajoy ha pasado de negar la necesidad de un rescate total a casi suplicarlo y todos los indicadores han ido a peor mientras el Consejo de Ministros solo se reunió una vez en agosto frente a las tres reuniones que celebraba el anterior gobierno socialista. El bono español a diez años vuelve a rozar el 7% y la prima de riesgo a los 550 puntos básicos, un desastre en toda regla.

El análisis más demoledor sobre la gestión de Rajoy no se encontrará en la prensa española tradicional, lo tenemos en el Financial Times, el conservador y ultraliberal periódico económico que influye decisivamente en empresas, gobierno y bolsas mundiales. Su demoledora editorial contra Rajoy titulada “un presidente equivocado para un tiempo equivocado” reprochándole, entre otras cosas, posponer decisiones vitales para el país por intereses de su partido, el PP, supone un varapalo de inusitada dureza. Nunca el FT ha sido tan duro con un gobernante, pero es que los errores de los tres primeros meses del Gobierno de Rajoy le perseguirán de por vida.

Los datos

Rajoy decidió no hacer nada o peor, hacer justo lo contrario de los que aconsejaban Bruselas, el Fondo Monetario Internacional y Berlín hasta después de las elecciones andaluzas: ni hicieron los Presupuestos Generales del Estado, subieron el IRPF en vez del IVA y desprestigiaron la credibilidad del país dando una cifra de déficit distinta cada quince días. Para rematar se cargaron la credibilidad de los reguladores financieros, machacaron al Banco de España, culparon a las Comunidades Autónomas de todo, nacionalizaron Bankia de tal manera que se estudiará en la facultades de económicas como el ejemplo de lo que no se debe hacer y, en definitiva, Rajoy y su Gobierno proclamaron a todo el mundo que España no era fiable ni creíble. Todo para echarle la culpa a Zapatero, y ahora pagan las consecuencias.

El déficit se situó al finalizar el mes de julio en el 4,62% del Producto Interior Bruto. Cuando el objetivo para todo el año es del 6%. Imposible de cumplir si no se castiga a los ciudadanos con más “reformas”.

Tres Comunidades Autónomas han pedido oficialmente el rescate: Cataluña, Valencia y Murcia. Y habrá más. El paro va camino de instalarse en una tasa del 24%, el consumo hundido, siguen los cierres de empresas y las quiebras de autónomos.

Y Rajoy echa la culpa a “la realidad”

Como se acaban las excusas, Mariano Rajoy afirmó en una entrevista concedida a cuatro periódicos europeos (entre ellos el ABC) que “quien me ha impedido cumplir mi programa electoral ha sido la realidad”. Lo que se desprende de ese titular es demoledor: ¿Acaso cuando era líder de la oposición no conocía la realidad y vivía en el limbo? También hay otra hipótesis: ¿pero no tenía el PP un buen equipo económico que sabía lo que estaba pasando en Estados Unidos o con el Euro? Conclusión el Partido Popular no se molestó en estudiar, analizar ni siquiera en leer la prensa económica internacional. Todo era culpa de ZP, eso les daba votos. Pero lo peor fue que Rajoy y su equipo se lo creyeron. Ahora no paran de decir que esta es una “crisis del euro” y que España paga los platos rotos, excusa con la que quieren convencer a los ciudadanos que ellos no tienen la culpa de nada y que nada pueden hacer para luchar contra los elementos. Falso, sí han hecho cosas y para empeorarlo todo, especialmente la Sanidad, la Educación y la Dependencia.