Los indignados israelíes, preocupados por un posible ataque israelí contra el país persa, llevan manifestándose las últimas tres semanas frente a las casa de Barak, para advertir de las consecuencias que podría conllevar un ataque a Irán.
Ehud Barak afirmó el pasado 9 de agosto que el régimen de Israel había decidido “impedir que Irán se convierta en una potencia nuclear y todas las opciones están sobre la mesa con respecto a Irán. Cuando lo decimos, lo decimos en serio”.
“Ellos están jugando con vidas humanas… una cosa es segura, si atacamos a Irán, nosotros entraremos en guerra. No podemos arrastrar al (régimen de) Israel a la guerra”, informó el diario israelí en Internet «Ynetnews», citando a Yifat Solel, una de los manifestantes.
“Nos hemos manifestado frente a la casa del ministerio de la Guerra, Ehud Barak, y vamos a seguir con la demanda… para detener esta locura”, aseguró Naomi Saroussi, otra manifestante.
Las autoridades del régimen de Israel han planteado, en reiteradas ocasiones, llevar a cabo un posible ataque a Irán. Dichas autoridades se escudan en la infundada acusación de que Teherán persigue objetivos militares en su programa nuclear, y esa gratuita imputación la formula un régimen que cuenta con más de 200 ojivas nucleares.
Irán defiende su derecho a desarrollar un programa nuclear con fines pacíficos en el marco de la normativa de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
Además, las autoridades iraníes han asegurado, varias veces, que cualquier amenaza o agresión en su contra tendrá una contundente respuesta.