En efecto, la magnificación mediática y el «expertise» economicista enfrentan ahora la reversión positiva del ciclo evidenciado por los indicadores de construcción, consumo y la colocación precio récord de la próxima cosecha sojera en compass con la disminución de los compromisos financieros y el consiguiente aumento de divisas de libre disponibilidad, lo que en el mediano plazo podría atenuar las medidas restrictivas en relación a su obtención.
Se configura a mediano plazo una coyuntura favorable en vistas a la proximidad electoral con una oposición atomizada y dado que su conducta ulterior no se prevé grandes modificaciones en su conformación y alcance. Pero es necesario resaltar la situación del oficialismo pro neoliberal porteño alejado de sus promesas de eficiencia y eficacia y más cercano al enjuiciamiento y la fuga hacia adelante por una banca del Senado; un salvoconducto que el sistema institucional puede proveerle al Ingeniero Macri.
La alerta ya está encendida y la danza de alternativas y candidatos también por lo que será el distrito una plaza cautivante de carnaval político.
El territorio bonaerense expresa el sentir de la verdadera puja política argentina al concentrar poblacionalmente su mayoría y porque dentro del seno del Movimiento se evidencian sus tensiones entre el kirchnerismo ortodoxo versus otras expresiones del peronismo figurados por Daniel Scioli o Sergio Massa.
La clave del equilibrio es la administración de los recursos fiscales y su preciso direccionamiento como un látigo disciplinador de díscolos apetentes de una superación del modelo.
En efecto, la instalación de la figura de la Ministra Alicia Kirchner atiende a esa razón y quizás a otras enraizadas en la necesidad de un 2015 –posiblemente reeleccionista– con tropa propia bonaerense.
Todo esta por verse pero cierto es la digitación de candidatos por mano propia cristinista lo que valió la ruptura con el líder sindical Hugo Moyano.
Cuál es el mundo que sostendrá dicho territorio pone de manifiesto una muy posible reelección del Presidente Obama, el estancamiento de prácticamente el conjunto de las economías europeas y el consiguiente desmantelamiento del euro; pero el aliciente argentino será originario de la demanda del continente asiático.
Nuestra región podrá ser considerado como un espacio de paulatina integración de carácter político y económico capaz de capear tempestades foráneas que tan solo evidencian la fragilidad globalizadora en que el conjunto del planeta se encuentra.
Ezequiel Beer. Geógrafo UBA / Analista Político