Radio del Sur
Estados Unidos, que emplea una elevada proporción de «contratistas privados» en sus campañas bélicas de Afganistán e Irak, tendrá en los próximos meses más contingentes en guerra que los movilizados en los períodos más intensos del conflicto de Vietnam, según un informe del Congreso.
El Servicio de Investigación del Congreso (CRS, por su sigla en inglés), una organismo que prepara informes para los legisladores estadounidenses, indica que la escalada ordenada por el presidente Barack Obama para el año próximo agregará de 26.000 a 56.000 «contratistas» privados a los más de 100.000 que ya hay en Afganistán.
Este empleo de contratistas privados podría incrementarse si la estrategia de Obama incluye un vigoroso programa de construcción e infraestructura.
A fin de septiembre pasado, Estados Unidos tenía unos 280.000 soldados en Afganistán, Irak y países vecinos, según la agencia.
Pero esa cifra no incluye el personal contratado por el Pentágono para trabajos como cocineros, conductores, guardaespaldas, vigilantes, personal de protección de edificios y otros «servicios de apoyo».
Durante la intervención estadounidense en Vietnam (1960-1973) esas funciones la cumplía, en su mayor parte, el personal militar.
De acuerdo con el CRS, había en septiembre unos 104.100 contratistas en Afganistán y alrededor de 113.700 en Irak. Si se cuentan a los soldados uniformados, a fin del período fiscal 2009, en septiembre, Estados Unidos empleaba 522.230 hombres y mujeres en sus dos guerras prolongadas.
En los momentos de mayor intensidad de la guerra de Vietnam, entre 1965 y 1968, hubo en ese conflicto aproximadamente 500.000 estadounidenses, en su gran mayoría personal militar.
Una de las características de las campañas militares iniciadas durante el Gobierno del presidente George W. Bush (2001-2009), y dirigidas desde el Pentágono por Donald Rumsfeld, ha sido la adjudicación de contratos a empresas privadas para la provisión de una gran variedad de servicios.
El hecho de que una alta proporción de los «contratistas» esté asignada a tareas de vigilancia, porte armas y apoye operaciones militares ha llevado al uso del término «mercenarios».
El estudio de CRS señala que hacia diciembre de 2008 este tipo de personal representaba el 69 por ciento del que estaba a las órdenes del Pentágono en Afganistán, el porcentaje más alto de civiles usado por el Departamento de Defensa en cualquier conflicto de la historia de Estados Unidos.
Hacia septiembre la proporción había bajado al 62 por ciento como resultado del incremento gradual del contingente militar. Esto, según el cálculo del Servicio de Investigación del Congreso, significa que por cada 100.000 soldados enviados a la guerra el Pentágono necesita unos 160.000 civiles.
Durante el conflicto de Vietnam había un contratista privado por cada ocho miembros de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Los «contratistas privados proveerán protección para los convoyes que se mueven en Irak y Afganistán, vigilancia y defensa para mandos y funcionarios, y estarán involucrados en la protección de individuos que van de un sitio a otro», dijo Moshe Sxcharz, un investigador de CRS en declaraciones a la cadena National Public Radio.
El informe señala que el uso creciente de contratistas «libera al personal uniformado para el desempeño de misiones de combate».
Además, el Pentágono puede emplear y despachar «relativamente rápido» a este tipo de trabajadores, que «pueden aportar pericia que escasea entre el personal uniformado».
Finalmente, según la evaluación del Servicio de Investigación del Congreso, «el empleo de contratistas cuando se les necesita puede ser más barato, a largo plazo, que el mantenimiento a largo plazo de personal con las mismas calificaciones».