La revelación fue hecha por el ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido, William Hague, en un artículo publicado este sábado en el diario The Times, donde precisa que Londres va a ayudar a los opositores armados proporcionándoles material médico y equipos de comunicaciones valorados en 6,3 millones de euros.
En el artículo, Hague aseguró que Reino Unido “no está tomando partido en una guerra civil” y justificó sus contactos con los opositores como una forma de evitar el “vacío de poder” que se podría crear en el futuro en Siria si el presidente Bashar al Assad fuese derrocado.
La revelación confirma las denuncias que existen en los sucesos: la actividad de mercenarios infiltrados en las filas opositoras y el apoyo de países occidentales y monarquías árabes a estos grupos armados.
Hague reveló que un representante británico se reunió esta semana con “figuras políticas” de la oposición armada siria para ofrecerles “asistencia”.
El Gobierno británico está financiando la entrega de “equipos médicos y de comunicaciones” a grupos opositores armados y “proporcionará más ayuda”, que incluirá kits paramédicos, sistemas de purificación de agua y generadores eléctricos portátiles.