1) Carlos Abel Suárez: Fin de las ilusiones o los senderos que se bifurcan
Si faltaba una imagen simbólica sobre el fin de las ilusiones progresistas en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, llegó la foto de la presidenta recibiendo en La Rosada, junto al gabinete nacional en pleno a la flor y nata de la burocracia sindical. Dos nombres son suficientes para ilustrar a los nuevos aliados: Gerardo Martínez, titular de la UOCRA, agente a sueldo de la dictadura militar, revistando en el Batallón 601, y Oscar Lescano, millonario empresario de Luz y Fuerza. Para muestra basta un botón. Ex menemistas, privatizadores, desguazadores de las empresas de servicios públicos, entregadores de los trabajadores que les hacen oposición, corruptos jefes de patotas para todo servicio.
“Pertenezco al gremio de Luz y Fuerza. Cuando Menem se candidateaba para presidente, el sindicato nos convoca a votar por el compañero Menem. Él le ofreció a la Federación (FATLyF) el manejo de la energía del país. Luego de ganar lo puso a Lescano en la secretaria de Energía y posteriormente la FATLyF pasa a ser un sindicato empresario, ya que con todo lo que habían aportado los afiliados armó las empresas eléctricas que manejan el Transnoa y fueron por un tiempo los que regentearon Yacimientos Carboníferos Fiscales(YCF) en el sur. De los hoteles que teníamos los afiliados hoy solo podemos usar el 50 por ciento de las plazas ya que el resto lo manejan a través de empresas de la FATLyF de tiempo compartido. La FATLyF posee droguerías, universidades, clínicas y por supuesto el manejo de la Energía del norte argentino. (testimonio de Lucho al autor)
Esta misma historia la podemos escuchar entre los petroleros, los trabajadores de la Unión Ferroviaria, de La Fraternidad, de UPCN, es decir de todos “los gordos” que aplaudieron los ’90 y como otros funcionarios, gobernadores, intendentestravestidos aplauden hoy el “relato oficial”.
La foto que documenta la entrevista del gobierno con “los gordos” se ufana ante la opinión pública y publicada de una de las más flagrantes intervenciones del Estado a la organización de los trabajadores, en vigencia de los derechos constitucionales. El actual gobierno que no se ha distinguido por respetar la independencia y la democracia sindical parece haber colmado la medida. Ha desconocido reiteradas resoluciones de la OIT sobre los derechos de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), en la misma línea convalidó elecciones irregulares desconociendo listas opositoras que afectaban la estabilidad de los burócratas amigos , intervino con absoluta parcialidad en el proceso electoral de la CTA para sostener a un sector de aplaudidores. El ministro de Trabajo no vaciló en proteger – tal como está registrado en comunicaciones telefónicas que figuran en los expedientes judiciales – a un asiduo cliente de su estudio jurídico, José Pedraza, dirigente de la Unión Ferroviaria y actualmente procesado por el asesinato del joven militante Mariano Ferreyra. El broche de oro de esta trayectoria desemboca en la violación del derecho de autonomía e independencia de las autoridades legítimas de la CGT para organizar su congreso y renovar sus autoridades.
Estas operacioneshan sido la práctica habitual de la interna peronista-kirchnerista.Obviamente este comportamiento bonapartista suis generis, que justifica las alianzas en función de objetivos o fines nunca del todo explicitados es como un documento a plazo fijo, alianzas que no se pueden sostener con todos y durante todo el tiempo. Mucho menos cuando se trata de las relaciones con el movimiento obrero que, aunque golpeado y debilitado por la dictadura militar primero y luego por las políticas neoliberales de los `90, todavía conserva memoria histórica y capacidad de reacción. Esa lógica cortoplacista que abunda en las internas partidarias, en donde a los que les llega el agua a la rodilla se consuelan porque a los otros les llega a la cintura, tiene un límite en el terreno de la lucha de clases. Y de esto se trata aquí y ahora.
Hugo Moyano, el líder de los camioneros y reelecto secretario de la central obrera, que el gobierno pretende desconocer, es consciente de las dificultades que se avecinan. Que se mueva por ahora dentro de las reglas del juego de la interna peronista no significa que haya renunciado a explorar otras alianzas políticas y sindicales. Ciertamente, si nos circunscribimos a un cálculo aritmético los sindicatos que apoyan a los gordos, por número y por el papel que desempeñan en la producción tienen una ventaja con respecto a los que sostienen a Moyano: el camionero habría quedado debilitado, pero no está muerto. Para el gobierno sería deseable sacarlo del juego. Pero las puras sumas aritméticas no son nada cuando se trata de dirigentes como los Caló (metalúrgicos), los de la alimentación, textiles, ferroviarios, los Martínez, los Lescano, etc. que han sobrevivido gracias al apoyo de las patronales y del Ministerio de Trabajo, cuando no de los matones. Los tiempos que vienen ¿les seguirán siendo propicios y prósperos? ¿Podrán controlar las demandas crecientes de las bases sindicales?
Curiosamente luego de años de fuerte crecimiento del PBI asistimos a un nivel de conflictividad superior al registrado en los años ´90.Ya lo aprendió el dictador Juan Carlos Onganía cuando se sorprendió de que los trabajadores mejor pagados del país le arruinaron sus sueños corporativos de 20 años en el poder. También y más cercanas están las imágenes del Rodrigazo en 1975.
Moyano no fue tropa de los gordos en los `90. Si bien no alcanzó el nivel de confrontación de la CTA en sus días originales, desde el MTA desafió al menemismo y llevó una batalla abierta contra la reforma laboral de Fernando de la Rúa, desenmascarando la operación “Banelco” (el soborno de los senadores). Al mismo tiempo, la liquidación del sistema ferroviario y la dependencia absoluta de los camiones para el transporte de cargas fortaleció extraordinariamente el poder sindical de Moyano y su gremio, que ahora el gobierno pretende esmerilar. Poco antes de la muerte de Néstor Kirchner, el líder camionero mostró los dientes de sus aspiraciones políticas y las fuerzas que ponía en marcha para alcanzarlas. El proyecto de ley para concretar la participación obrera en las ganancias del capital, como dice la letra de Constitución Nacional, fue el campanazo de las dificultades de una cohabitación que había sido hasta entonces provechosa para las partes, pero que comenzaba a resquebrajarse. Hoy, por más que Moyano en sus discursos sea reiterativo en su disposición al diálogo, los hechos muestran una fisura sin retorno.
La unidad es mejor que la división, enseña la experiencia sindical de los trabajadores. Sin embargo, una unidad enfeudada a los mezquinos intereses de aplaudidores y traficantes de negocios es el peor de los escenarios. Por consiguiente esos juegos de dividir desde el Estado o desde las patronales varias veces resultaron muy malos para quienes los propiciaron. Múltiples experiencias en la historia de la clase obrera muestran cómo se enriquecieron las luchas, nacieron nuevas camadas de dirigentes clasistas y combativos, cada vez que desde el poder se pretendió montar direcciones sindicales en un espectáculo de marionetas.
El problema social
Todo indica que la teoría del desacople de la economía argentina de la crisis mundial fracasó.En las notas de Julio Gambina y Rolando Astarita publicadas en esta entrega se analizan aspectos de la actual coyuntura económica argentina; momentos complicados que se explican por el impacto de la crisis internacional y también por decisiones u omisiones de índole local.
Moyano, como señalamos, tanto en su discurso de la concentración en Plaza de Mayo, como en el congreso extraordinario de la CGT realizado en el estadio de Ferro mostró un perfil moderado y conciliador. Su reclamo centrado en el mínimo no imponible de Ganancias y en las asignaciones familiares desnuda la intransigencia y la torpeza del gobierno.
La intervención del INDEC en 2007 eliminó de un plumazo el sistema estadístico del país. Hoy todo el mundo sabe que las cifras oficiales del costo de vida son un dibujo y que la inflación es muy alta especialmente en los bienes de la canasta familiar. La mendacidad del índice de precios arrastra todos los indicadores oficiales de pobreza, exclusión, desocupación y hasta del PBI. Nadie pone en duda que el país creció pero también creció la desigualdad.
Se han usado argumentos muy falaces para invalidar el reclamo de la CGT, de la CTA y de otras organizaciones sobre el impuesto que se retiene a los asalariados formales en concepto de ganancias. La no actualización del mínimo imponible, porque no se quiere reconocer la inflación real, alteró el sentido original del impuesto. Como muy bien ha explicado un veterano economista, insospechado de ideas conservadoras, como Salvador Treber;
“En función de ese insólito retraso, transcurridos unos pocos años,hasta un ingreso modesto puede pasar a ser alcanzado por alícuotas elevadas; con lo cual se violan los principios más elementales dejusticia tributaria y distributiva”. (1)
En la escalada de la confrontación Moyano anunció que la CGT elaborará su propio índice de precios, siguiendo otras iniciativas similares tomadas por centros de estudios y movimientos sociales.
Es tal el descrédito de las estadísticas oficiales que Andrés Rodríguez, titular de la UPCN, que aliado al gobierno aportó en su momento el grupo de choque para la intervención del Instituto de Estadísticas, tiene que decir hoy que “cuando vamos a una paritaria no hablamos de la oficialidad del INDEC, sino de lo que nosotros percibimos”.
A su vez la CTA, dirigida por Pablo Michelli, describe del siguiente modo el panorama social del país
“La Presidenta reveló, que “el 19 por ciento de los empleados pagan el impuesto” y que el resto, es decir el 81 por ciento “no llega a los mínimos no imponibles”. La verdad es actualmente existen 8.800.000 (el 53,6 por ciento de la fuerza laboral) que están en situación de precariedad y el ingreso promedio no llega a los 3.000 pesos, cuando la Canasta Familiar en la zona Metropolitana supera los 7.200 pesos. Si a esto le agregamos que en los últimos seis meses se destruyeron casi 329.000 puestos de trabajo, tenemos una radiografía del problema social de la Argentina”.(2)
El agravamiento del cuadro social en un contexto inflacionario ha erosionado la Asignación Universal por Hijo (como se ha dicho nunca fue verdaderamente universal) (3), que fuera calificada como una de las más eficaces medidas de política social. Actualmente tanto la CTA como la CGT reclaman una ley que otorgue el derecho universal de los niños a una asignación móvil estableciendo una fuente de financiación autónoma sin afectar los ya maltratados fondos de jubilaciones y pensiones.
NOTAS: (1)Diario Comercio y Justicia de Córdoba, 29-06-2012. (2) ACTA, 21 de julio de 2012. (3) Un análisis en base al «Programa Bolsa Família» de Brasil y a la «Asignación Universal por Hijo para Protección Social» de Argentina. Rubén M. Lo Vuolo (Agosto 2010).
Carlos Abel Suárez es miembro del Comité de Redacción de SinPermiso.
2) Julio C. Gambina: La crisis mundial también se siente en la economía local
Las autoridades de la zona euro aprobaron un rescate de la banca española por 100.000 millones de euros a cambio de un gravoso ajuste que supone aumentar el IVA del 18 al 21%, los mismos niveles que ese tributo tiene en la Argentina, y que como sabemos afecta en mayor medida a los sectores de menores ingresos de la sociedad.
Esa ofensiva contra el gasto social también se concentra en los trabajadores, ya que se presiona para profundizar las reaccionarias medidas que viene asumiendo el Partido Popular en la gestión del Estado Español, ahora reduciendo los subsidios al desempleo, el que se acerca al 25%, y si se considera solo la demanda laboral juvenil al 45%.
La decisión del ajuste está legitimada por el Parlamento, de una mayoría de derecha recientemente electa en castigo a la previa gestión de la socialdemocracia (¿izquierda?), gobernante durante las primeras manifestaciones de la crisis.
Tratamiento político sobre la crisis
Es importante destacar como la institucionalidad europea, con larga tradición democrática y puesta de ejemplo por su “Estado benefactor”, es la que aboga por el ajuste, más allá de declaraciones de fracciones que son corresponsables de la situación de crisis, y especialmente del ajuste, que tiene historia y no empezó ahora con la derecha en el gobierno.
Terminar con el Estado benefactor es la tarea del capitalismo contemporáneo, que solo se justificó mientras el mundo era bipolar, no ahora, luego de la caída del socialismo en el este europeo.
Vale destacar que el ajuste continúa siendo resistido en España con masivas movilizaciones que incorporan otra opinión política sobre el tratamiento de la crisis.
Los partidos del sistema, sean la derecha (PP) y la izquierda (PSOE), tanto como sus organizaciones sociales y sindicales vinculadas y/o asociadas, son responsables de la política que desemboca en la crisis actual. El otro actor es la movilización popular, que incluye por cierto a organizaciones políticas y sociales de izquierda.
Son elementos para considerar el carácter político de la crisis, la que no solo puede definirse por sus facetas económicas o financieras.
Las movilizaciones intentan llamar la atención sobre la crisis desde otra perspectiva, donde lo que predomina es el NO al ajuste, sin quedar muy en claro cuáles son los SI para sustentar un programa alternativo al hegemónico capitalista en curso.
El NO es algo que se generaliza en el movimiento de indignados que recorre el mundo. De hecho, presenta una situación similar a los NO del reclamo sustentado en las movilizaciones en torno al 2001 en nuestro país.
El interrogante es si esas movilizaciones pueden torcer el rumbo del ajuste y la regresiva reestructuración en Europa y encaminar un rumbo de cambio político, asunto esencial para pensar en otro desarrollo económico.
Las clases dominantes sugieren profundizar el rumbo neoliberal, de apertura y cambios estructurales del orden capitalista, contra el trabajo y a favor del capital y la seguridad jurídica de las inversiones. Otra variante es la “tercera vía”, que en su momento difundió el laborismo inglés y los demócratas estadounidenses, como rumbo entre el “salvajismo ortodoxo” y la socialdemocracia tradicional de los gloriosos treinta años (1945-1975).
Es interesante destacar la aparición del “otro” en la lucha política (de clases se decía en otra época). Ese otro es el sujeto movilizado. No solo hay disputa de proyecto en el marco del capitalismo, sino nuevas búsquedas sin precisiones, tal como ocurría en un largo ciclo que se reconoce desde la aparición del Manifiesto Comunista hasta la caída del socialismo en el este de Europa. He ahí el dato relevante de la época.
Una conclusión (muy rápida a mi criterio) que se venía construyendo en el último tiempo era que la salida de la crisis suponía una mayor ofensiva de las derechas, y con ella el restablecimiento del programa de apertura y liberalización de la economía, algo que se materializaba, por ejemplo, con los gobiernos tecnócratas en Grecia e Italia.
Se enfatizaba esa opinión luego de la reciente votación griega, que desplazó a un segundo plano a las expresiones electorales de la resistencia, el Syriza (la izquierda radical asociada al movimiento altermundialista) y el KKE (los comunistas, liderando buena parte del sindicalismo clasista).
Lo que no se vislumbra, más allá de los matices de las proposiciones de la resistencia griega, es que estas propuestas instalaron en el debate programático medidas como la auditoria de la deuda y el rechazo a los salvatajes con cláusula de ajuste, algo que recordó por estas horas el economista heleno Costa Lapavitsas, de paso por la Argentina. [1]
Pretendo enfatizar que no solo existe la mentada ofensiva de la derecha, sino también la irrupción de los NO y en forma emergente de los SI, los que comienzan a constituirse en programa de un sujeto transformador en formación.
Es un proceso que se desarrolla en un ciclo de luchas sociales y políticas que supone una nueva experiencia humana, que aprende del pasado y renueva la perspectiva, sin las certezas de otras épocas, pero en la búsqueda de nuevos horizontes emancipadores. De ello da cuenta la realidad nuestramericana de este comienzo del Siglo XXI.
El ejemplo regional, entre la producción y la política
El interés del profesor griego en el acontecer de la región latinoamericana se asocia al aprendizaje que puede obtenerse de los cambios políticos ocurridos, ya que es impensable repetir en cualquier territorio y condiciones, unas políticas, que están asociadas a determinada estructura económico-social y productiva.
Para ser concretos, Grecia no tiene soja, ni la diversidad y extensión de recursos naturales que nutre a Sudamérica. ¿Cuál es la base productiva para pensar políticamente una superación alternativa de la crisis griega, española o europea, e incluso mundial?
Queda claro con las movilizaciones que los pueblos rechazan el ajuste, y que muchos teóricos, políticos o militantes extra continentales miran hacia nuestramérica en búsqueda de inspiración, ya que nuestros países ofrecen una evolución macroeconómica que en apariencia la aleja de los problemas que hoy presentan países del norte desarrollado.
Digo en apariencia, porque el crecimiento económico esconde en el diagnóstico el fenómeno de la crisis. Buena parte del crecimiento regional está condicionado al alza de los precios de exportación de nuestros países, los que se explican por la crisis. [2]
Ni el oro, ni el petróleo o la soja expresan subas de precios por cambios en la productividad de sus ramas específicas, sino por imperio de multiplicidad de crisis, entre las que destaca la alimentaria, la energética o medio ambiental, los problemas financieros, especulativos y de mercado.
Es más, ahora empieza a sentirse en forma directa el impacto de la crisis, con la desaceleración de Brasil e incluso de China e India; tres motores del fenómeno “emergente” de los últimos años.
Las autoridades argentinas explican la caída de la producción local por la baja en la demanda brasileña, especialmente de automotores, adonde se dirige la mitad de la producción automotriz del país.
En efecto, el INDEC informa que en mayo 2012 la producción se retrajo un 0,5% contra el mismo mes del 2011. [3] un leve crecimiento del 0,2% contra el mes de abril del 2012, y una evolución del 3% para el año transcurrido, bastante menos que el crecimiento del 2011 y lo previsto en el Presupuesto para el 2012 en curso.
Los registros del INDEC, dan cuenta de 360.000 puestos de trabajo perdidos durante el semestre transcurrido desde octubre del 2011 a marzo del 2012, con la consecuente suba de la tasa de desempleo respecto del registro trimestral previo.
La situación más delicada, según las cifras oficiales, se presentan en la retracción industrial. La contracara es el agro, con precios record de las comodities, especialmente el maíz y la soja. Más allá de los datos del crecimiento o la desaceleración, se confirma el sentido del modelo productivo y de desarrollo extractivista, acompañando la tendencia de la demanda mundial. Se confirma una producción local para el mercado mundial, lo que condiciona a la baja los salarios.
Sea para aquellos que analizan desde afuera la realidad de cambio político en la región, o incluso para el pensamiento de nuestros pueblos, la mirada no debe colocarse solo en la producción, o en lo económico propiamente dicho, sino y principalmente en la política, en las condiciones subjetivas de lucha política que motorizan las mutaciones en la región.
Es un debate no cerrado, en especial sobre los beneficios, o no, de la orientación esencialmente extractivista del modelo productivo generalizado en nuestra región, más allá de definiciones a la derecha o a la izquierda de los gobiernos. [4]
Precisamente, en estas horas se discute en Paraguay la base económica y productiva (sojera) del golpe institucional, que a horas del ilegitimo acontecimiento de desplazamiento de Lugo, el viejo nuevo régimen aprobó trascedentes medidas para la difusión de los transgénicos en el agro y consolidó posiciones de transnacionales en la actividad económica.
La reflexión apunta a pensar que haber favorecido y fortalecido en Paraguay en estos años la economía extractivista, contra otras formas de producción agraria, sea campesina, indígena, cooperativa, o de producción familiar, es parte de la desmovilización popular en el sustento de un cambio estructural.
Nuestros comentarios apuntan a destacar el papel de la política y la construcción de sujetos organizados y movilizados por objetivos de cambio estructural, de modelo productivo y de desarrollo. No hay economía al margen de la política, ni viceversa.
El que no llora no mama, pero…¿cuál es el rumbo del reclamo?
Quizá convenga, a propósito de lo dicho, reflexionar sobre el tema del pago del aguinaldo a los estatales de la Provincia de Buenos Aires.
Más allá de las disputas en el gobierno, entre CFK y Scioli, fue la movilización de estatales, judiciales, médicos o docentes los que indujeron una “solución”, la que se ejecutará con aportes de la ANSES y el endeudamiento del estado bonaerense.
Convengamos que es una solución a medias, porque en el camino queda el compromiso público de cancelar las nuevas deudas públicas, lo que puede significar nuevas propuestas de ajuste al salario de los estatales o al gasto social, ya que sería una gran sorpresa que el tema se resolviera con reformas progresivas del régimen tributario.
Se sugiere en discursos oficiales que el “modelo resuelve más que la protesta”. Lo reiteró la presidenta en varios discursos, especialmente con los sindicalistas empresarios de la “nueva CGT”. La realidad demuestra lo contrario, dando la razón que asiste al tango cuando frasea que “el que no llora no mama”.
La coyuntura mundial, regional y local evidencia que la crisis continúa y se profundiza, afectando a los sectores más desprotegidos, que son los mismos que salen a las calles reclamando en contra del ajuste, y que en algunos casos empieza a dotarse de un programa en otro sentido al hegemónico.
¿En qué sentido? Ese es uno de los problemas, ya que el rumbo alternativo a la crisis capitalista no está delineado a priori. Lo llaman socialismo en Cuba, en proceso de renovación; socialismo del siglo XXI en Venezuela, en situación de discusión permanente, especialmente ahora en época electoral; o socialismo comunitario en Bolivia, recogiendo la tradición de organización y cultura comunal en el altiplano.
No es tanto el problema sobre como se lo denomina, sino el sentido de las medidas que se asumen.
El problema no es crecer o no crecer, sino qué, cómo, con quién y para quién producir; qué necesidades se pretende satisfacer. La cuestión es el contenido y objetivo del orden económico, social, político y cultural que se propone.
La discusión es de orden civilizatorio.— Buenos Aires, 21 de julio de 2012
NOTAS: [1] Lapavitsas destacó “el éxito de la renegociación de la deuda argentina luego del 2001” tal como puede leerse en el sitio en internet del Ministerio de Economía, con foto de Hernán Lorenzino y el profesor de Economía y Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Londres. [2] No es solo por el comercio internacional, ya que buena parte del crecimiento industrial (automotores, por ejemplo), de la construcción, o de los planes sociales, se asocian al superávit comercial o fiscal que genera la situación de elevados precios de los bienes de exportación. El consumo y la inversión en crecimiento no es ajena a la evolución extractivista del comercio exterior. [3] INDEC. Estimador mensual de actividad económica, al 20/7/2012 (consultado el 21/7/12) en: http://www.indec.mecon.ar/. [4] Venezuela o Colombia; Chile o Bolivia; Argentina, Brasil, Paraguay o Uruguay, con diferencias o matices políticos en sus gobiernos, todos definen en el extractivismo la base de la acumulación económica.
Julio Gambina es un analista económico argentino internacionalmente reconocido
3) Rolando Astarita: La desaceleración de la economía en Argentina
En un discurso emitido por cadena nacional, la presidenta CK criticó a los que hablan de desaceleración de la economía argentina. En esta nota sintetizo algunos datos sobre la coyuntura, que parecen desmentir a la presidenta.
En este gráfico puede verse la variación porcentual del estimador mensual de actividad con respecto a igual mes del año anterior; es de mayo de 2011 a abril de 2012.
En el siguiente gráfico, y también con datos del Indec, las variaciones del estimador mensual industrial, desde mayo de 2011 a mayo de 2012.
Otros datos:
El consumo, una de las variables más dinámicas del crecimiento en la última década, se está desacelerando. En mayo tuvo una variación interanual del 1,6%, según Copal (Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios). En el primer cuatrimestre del año la producción de alimentos y bebidas aumentó 1,3% con respecto a igual período del año anterior. Pero en abril hubo una caída del 1,8%.
Según el Indec, las ventas de los Centros de Compras (shopping centers) en mayo de 2012 se contrajeron 2,9% con respecto al mismo mes de 2011 (a precios constantes y desestacionalizada). Las ventas de los supermercados cayeron 1,1% para el mismo período.
Según Adefa, la cámara que agrupa a las fábricas de automóviles, en el primer semestre de 2012, las ventas a concesionarios disminuyeron 1,9% con respecto a igual período de 2011. Hubo reducción de producción (60.500 unidades) debido principalmente a la caída de las exportaciones a Brasil.
De acuerdo a la Cámara Argentina de Acero, la producción de acero crudo en mayo de 2012 fue 7,5% menor que la de mayo de 2011. La producción acumulada en los primeros 5 meses del año fue solo un 1,7% superior a igual período del año pasado. La producción de laminados en caliente cayó 2,7% en los primeros 5 meses, y la de laminados en frío 2,6%.
Según el Iaraf (Instituto Argentino de Análisis Fiscal), el Indicador Sintético de Actividad de la Construcción presentaba a mayo una caída anual del 1,68%; los despachos de cemento a junio cayeron en términos interanuales un 4,6%. Según la Cámara Inmobiliaria Argentina, los permisos de nuevas construcciones bajaron un 68% en el primer semestre de este año, con relación a igual período de 2011. El índice Construya, que mide la actividad de las empresas líderes de la construcción, muestra tendencia declinante (aunque con un repunte en junio). En este gráfico presentamos la variación anual acumulada desde mayo de 2011 a junio de 2012
Los datos sobre la inversión son contradictorios. Según el ministerio de Industria, la inversión sigue a toda marcha, boyante. Según consultoras privadas, habría caído fuertemente; Orlando Ferreres y Asociados dice que en abril cayó un 16,3% con respecto a abril de 2011. Tal vez la verdad esté en algún punto más intermedio. En cualquier caso, desde el propio gobierno se ha manifestado en más de una oportunidad la preocupación por la debilidad de la inversión; y las importaciones de bienes de capital se han derrumbado.
Varias producciones regionales están siendo afectadas por caída de exportaciones. Según Copal las exportaciones de los llamados “frutos comestibles” cayeron, de enero a mayo, un 26% en comparación con igual período del año pasado (el caso de las aceitunas Nocete). Las exportaciones de limones, naranjas, pomelos y mandarinas pasó de 660.000 toneladas en 2006 a 502.000 en 2011. Solo en parte esta caída puede explicarse por la crisis mundial, o la desaceleración de la economía brasileña. En lo que respecta a la industria de la carne, en los dos últimos años cerraron 120 plantas frigoríficas, sobre un total de 550 existentes en el país, y se destruyeron 13.200 puestos de trabajo sobre un total de 32.000.
También disminuyeron las entradas por turismo. De acuerdo a la consultora Ecolatina, en los primeros tres meses del año, y por primera vez desde 2002, la salida de dólares por turismo superó al ingreso. Salieron 1345 millones, y entraron 860 millones de dólares. Según el Indec, en los primeros cinco meses de 2012 la recepción de turistas cayó 2,4% y la salida de argentinos aumentó 17,6%.
En lo que respecta al empleo, si bien la desocupación no aumentó significativamente, están cayendo las horas extras, y el índice de desempleo tiende a empeorar. En el primer trimestre de 2012 la desocupación es del 7,1%. Es menor que el 7,4% del primer trimestre de 2011, pero más alta que el 6,7% del cuarto trimestre de 2011.
A pesar del superávit comercial, las reservas internacionales se mantienen en torno a los 46.000 millones de dólares. La fuga de capitales se ha frenado, pero no se ha superado.
Contra lo que dicen los defensores del gobierno, está en marcha un ajuste. En la medida en que no se actualizan los mínimos no imponibles del impuesto a las ganancias, los aumentos salariales de una franja muy importante de trabajadores son claramente menores al índice de inflación. También hay baja salarial cuando los aguinaldos se pagan de manera escalonada; y esto no sucede solo en la provincia de Buenos Aires. Por otra parte, en muchas provincias se está paralizando la obra pública por falta de fondos. Y se reducen, en términos reales, las partidas presupuestarias a nivel nacional. La partida destinada al Anses aumentó de 2011 a 2012 el 21,1%; la del ministerio de Desarrollo Social el 17,3%; Educación el 13,2%; Salud el 16,9%; Ciencia y Tecnología 12,2% (fundación Adenauer, reproducido en La Nación, 10/09/12). La inflación está bien por arriba del 25%. Debe observarse entonces que el ajuste es pro-cíclico. Algo extraño para un gobierno que se precia de ser “keynesiano”. Naturalmente, los anuncios de planes de vivienda, o de nueva política de créditos para las empresas, por sí mismos no pueden revertir el debilitamiento de la demanda.
Si bien no sabemos si ya hay caída del PBI (el Indec ha estado inflando este índice), con estos datos a la vista es difícil negar que hay una desaceleración de la economía. Los defensores del gobierno K que admiten que está ocurriendo, enfatizan que todo se debe a la crisis mundial. Pero, con igual énfasis, hasta hace poco nos explicaban que Argentina crecía por sus propias fuerzas, y estaba blindada frente a la crisis externa, gracias al “modelo productivo con inclusión social”. Mi opinión es que se están poniendo en evidencia las debilidades profundas del crecimiento que hubo a partir de 2002. Una cuestión que he planteado en otras notas, y sobre la que volveré.
Rolando Astarita es un economista marxista, profesor de economía en la UBA.