Copenhague, 18 Dic ABN.- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió este viernes un milagro para salvar la XV Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, pero luego su homólogo estadounidense, Barack Obama, lo enterró definitivamente.

La mayor decepción de la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre el calentamiento global (COP15) fue el discurso de Obama, que contradijo la pasión y el optimismo mostrado por Lula da Silva minutos antes.

De acuerdo con Prensa Latina, el salón de prensa del palacio de los congresos Bella Center era fiel reflejo del sabor desfavorable que dejó la intervención del mandatario estadounidense, con una postura de línea prepotente, sin la más mínima concesión de su país con el tema climático.

La misma línea de siempre, ni Estados Unidos ni Obama comprenden que no viven solos en este mundo, dijeron las Organizaciones No guberamentales Greenpeace y Action Aid, en sus primeras reacciones.

‘Vino para las fotos, no trajo nada nuevo, es evidente de que no es un líder con visión’, dijeron reporteras de la India y Chile, visiblemente contrariadas por la oratoria del gobernante estadounidense.

Lula da Silva destacó su creencia en los milagros, ‘y un milagro puede ocurrir aquí, y quiero ser parte de ese milagro, pero para que ocurra hay que llegar a un documento transparente y creíble, con todos los elementos imprescindibles’.

Precisó que Brasil se comprometió a reducir hacia 2020 entre 36% y 39% y se planteado otras metas como disminuir la deforestación en 80%.

Luego arrancó una cerrada ovación al anunciar que su país está dispuesto a hacer mas sacrificios si es necesario.

Exactamente lo contrario de Obama, quien reiteró la promesa de su Gobierno de reducir apenas en 17% (4% anual) las emisiones de gases contaminantes, y subrayar el condicionamiento a aportar fondos.

Dijo comprender la frustración de las naciones en vías de desarrollo y señaló su deseo de contribuir a un fondo del bloque de los ricos de 10 mil millones de dólares anuales, pero sólo si es parte de un acuerdo aceptado por todos.