Tras encabezar en el Salón de los Científicos de Casa de Gobierno de un acto por el Programa GENRES, sobre la licitación de generación eléctrica a partir de fuentes renovables, Cristina respondió a los periodistas sobre a quién se refería sobre los dinosaurios y dijo que «ustedes los conocen mejor que yo».
Y no se refirió a los autores de las amenazas «porque será la justicia la que determine, en todo caso», señaló.
Por su parte, al referirse al episodio el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, sugirió hoy que el hecho puede estar vinculado al inicio del juicio a represores vinculados a la causa ESMA, centro de detención ilegal durante la última dictadura militar.
El hecho, calificado como «delito de acción pública», fue denunciado este mediodía ante la Cámara federal porteña que, tras el sorteo, lo derivó al juzgado federal 4 a cargo de Ariel Lijo con la intervención del fiscal Euardo Taiano.
La denuncia de Righi se produjo a instancias del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, quien además de ponerlo en conocimiento del hecho le pidió que «ordene la realización de la investigación pertinente ante la gravedad del hecho», según consta en el escrito presentado a la cámara.
El oficio presentado por Parrilli incluyó un informe del coronel Alejandro Graham, jefe de la Casa Militar de la Presidencia, a cargo de la custodia de Cristina.
En el se relata la «interferencia ilícita sobre la frecuencia de radio de operaciones del helicóptero presidencial ocurrida el pasado viernes 11 de diciembre alrededor del mediodía, las medidas de seguridad adoptadas, un CD con la grabación de la misma y nómina del Personal que tuvo conocimiento del hecho», indica el oficio.
En el audio se pueden escuchar interferencias en el circuito de radio del helicóptero, con frases tales como «maten a la yegua» y «maten al pescado».
Según la denuncia, la amenaza tuvo lugar el viernes último, a las 11.34 horas, en el mismo momento en que en los tirubnales federales de Retiro se iniciaba el juicio oral contra 19 ex marinos integrante del Grupo de Tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), durante la dictadura.
El informe de la Casa Militar indica que en el momento de «presentarse la aeronave como Fuerza Aérea I (aeronave que trasladaba a la Presidenta) se produce una interferencia ilícita con epítetos irrespetuosos a la Sra. Presidenta».
«A continuación (aproximadamente 40 segundos después) se escuchan 5 segundos de una marcha militar: «Avenida de las Camelias» (tristemente célebre por ser la que acompañó al famoso comunicado número 1 de la Junta Militar- 1976)», indica el informe.
«Al anunciar a control de aeroparque que se cambiaba de frecuencia para ingresar a frecuencia de control de Casa de Gobierno, se repiten otros epítetos similares, los que se pierden al realizar el cambio de frecuencia citado», agrega.
El oficio de Parrilli consignó que la Casa Militar tomó medidas de seguridad tales como interrogar personalmente a los pilotos del H-03 y al jefe de Agrupación Aérea, quienes deberán presentar un informe escrito.
También solicitó a la torre de control de Aeroparque la «grabación relacionada con las comunicaciones del H-03, desde su momento de su ingreso a la frecuencia 118,85 MHZ hasta abandonarla» Por último, pidió «apoyo a la Secretaría de Inteligencia a los efectos de adoptar medidas de contrainteligencia contra este tipo de interferencia en las comunicaciones».
En tanto, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, sugirió hoy que las interferencias en las comunicaciones del helicópetero presidencial, que se registraron el viernes, puden estar vinculadas al inicio del juicio oral a varios jefes militares por violaciones a los derechos humanos en la Escuela de Mecánica de la Armada, que comenzó ese día en los tribunales de Comodoro Py, en Retiro.
Al ser consultado por radio Diez sobre si puede haber relación entre los dos hechos, el jefe de Gabinete respondió: «No hay forma de que se pueda probar por ahora este tema, pero no deja de ofrecerle a cualquier malpensado como uno que esto está íntimamente ligado con esas acciones».