En una declaración conjunta con el presidente de Perú, Alan García, dada a conocer el sábado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, ambos mandatarios calificaron la medida de “inaceptable”.
La declaración fue la primera reacción del presidente de Brasil a la última controversia política de la crisis hondureña.
“Los presidentes condenan enérgicamente la inaceptable negativa de las autoridades de facto de Honduras, que desafía totalmente el Derecho Internacional, de conceder el permiso de salida al presidente constitucional José Manuel Zelaya a México”, dijo un comunicado emitido tras la visita de Lula a Perú.
Zelaya, refugiado hace tres meses en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, intentó el miércoles dejar la sede diplomática y viajar a México, pero la acción fracasó debido a desacuerdos con el presidente de facto, Roberto Micheletti, a raíz de los términos de su salida.
Zelaya fue derrocado y trasladado a Costa Rica el 28 de junio, pero regresó clandestinamente a Honduras el 21 de septiembre. Desde entonces se encuentra en la embajada de Brasil.
Brasil ha condenado el golpe de Estado y abogó por el retorno de Zelaya a la primera magistratura antes de las elecciones presidenciales, las que finalmente fueron ganadas por el candidato de la oposición, Porfirio Lobo, y que no fueron reconocidas por el Gobierno brasileño.
El viernes, el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, dijo que Zelaya y Lobo viajarán al país caribeño para buscar una nueva solución a la crisis.