Abel Irala y Vidal Acevedo / Rebelión
Las movilizaciones y protestas contra el gobierno ilegítimo de Federico Franco han cobrado fuerza en todo el mundo, en países vecinos como Uruguay, Brasil y Argentina se dieron las principales concentraciones de protesta, también se han manifestado en países Europeos como en España, Francia, Suecia. No sólo paraguayos y paraguayas se movilizan sino de personas de distintas nacionalidades que repudian el actuar dictatorial de Congreso Paraguayo.
En Paraguay las fuerzas sociales urbanas y campesinas también se mantienen movilizadas a una semana del golpe parlamentario; el inicio de las movilizaciones tuvo lugar frente a la TV Pública, cuando todos/as estábamos bastante desanimados/as y sin mucha fuerza apareció el “micrófono abierto” como un bastión de resistencia, defendiendo el legitimo derecho a la libertad de expresión y defensa de la democracia. Además sirvió como espacio de catarsis, pero esta fue dando un giro hacia las movilizaciones permanentes, generando un hecho político donde la ciudadanía convirtió esa resistencia en manifestación multicolor de muchos sectores.
Por otro lado, los medios de comunicación masiva no daban noticias de lo que estaba pasando frente a la Tv Pública. De ahí la importancia de los comunicadores/as alternativos que se encargaron de comunicar a los medios de países vecinos que ocurrió un golpe de estado por parlamentarios y que no todo está bien y en calma, como quieren hacer creer los medios corporativos de comunicación. La resistencia frente a la Tv Pública es pacífica, no violenta y, sobre todo, es por la defensa de la DEMOCRACIA.
En las ciudades fronterizas con Brasil y Argentina, Ciudad del Este y Encarnación respectivamente, también se han registrado importantes acciones de protesta, como las más resaltantes podríamos mencionar el corte intermitente de los puentes internacionales que unen estas ciudades con los países vecinos.
En otros departamentos las movilizaciones de las organizaciones campesinas también denuncian y desconocen al gobierno de Franco. En los departamentos de Caazapá, Caaguazú, Misiones, San Pedro, Alto Paraná y Concepción se mantienen varios días de protestas y cortes intermitentes de las principales rutas del país, los últimos reportes mencionan que más de dos mil campesinos realizan movilizaciones en la zona de Pirapey y en Ciudad del Este. Al momento en que escribimos este artículo se realiza un nuevo corte del Puente de la Amistad con miles de manifestantes en coordinación con organizaciones sociales del Brasil que activamente se acoplan a la medida de fuerza.
¿Cómo responde el nuevo gobierno?
Ante las diversas manifestaciones populares en contra del actual gobierno liberal la estrategia parece ser esperar el desgaste de las movilizaciones y apostar a que las mismas se vayan debilitando. Los medios de comunicación empresariales informan poco o nada del descontento popular, en el ámbito mediático las movilizaciones totalmente minimizadas.
Sin embargo, podríamos decir que la estrategia gubernamental en contra de las manifestaciones está entrando en una segunda fase, esta consiste en descabezar al movimiento popular a través de la detención y apresamiento de dirigentes. Ante esta afirmación mencionamos que ayer, jueves 28, fueron apresados Eulalio López, dirigente campesino de la Liga Nacional de Carperos en el Departamento de San Pedro y en Asunción el dirigente Sin Techo Gilberto Cáceres. Esta medida represiva se irá extendiendo a otros dirigentes de diferentes organizaciones sociales y populares si no se logra cortar a tiempo, la disputa de los apresamientos en realidad no se encuentra ahora en un plano jurídico, sino en un plano político y tiene que formar parte de la resistencia del pueblo. En la medida en que las movilizaciones vayan perdiendo fuerza, la persecución contra los sectores populares irá recrudeciéndose, es fundamental mantener las manifestaciones para evitar una arremetida aún más brutal.
El gobierno acude a este tipo de medidas ya que en estos momentos no le conviene la represión directa ni la dispersión de las movilizaciones por la fuerza; no sería una acción prudente tener un enfrentamiento directo con las fuerzas populares por lo que opta por un trabajo de amedrentamiento mediante apresamientos selectivos y así instalar miedo y debilitar las resistencias en el país.
Si el gobierno logra desactivar las movilizaciones entrará en una siguiente fase mucho más violenta y represiva para el movimiento popular utilizando a la fiscalía, el Ministerio Público y la Policía Nacional, para seguir imputando y deteniendo a luchadores sociales, se reavivará la excusa de la Lucha contra el EPP para perseguir y criminalizar a organizaciones, comunidades indígenas y campesinas, paralelamente se utilizarán otras estrategias pacíficas de desactivación de las protestas y movilizaciones apelando a los programas sociales de transferencias monetarias condicionadas para incidir y controlar a una buena parte de la población y debilitar la organización.