Autor:

Queda al menos un pensado y agazapado mañana en Octubre post electoral venezolano. Quien sabe y a lo mejor se arrepienten, pero de que algunos feroces de aquí lo piensan no hay duda.

Las imágenes las guardare en el espacio de los horrores que mas han causado espanto en mi vida. Aquel congreso encendido dispuesto a llevar a la candela a la misma Trinidad si fuera necesario para vengar a quienes desde el partido de las viudas de Alfredo Stroesner, se  sentían amenazados por que Lugo, había prometido a los indios y los campesinos, una ventana para que por fin vieran la mínima luz de la protesta y comenzaran a participar en algo de esa democracia que la derecha estanciera y terrateniente les ha negado desde los años de los años. Que allí se mide no por años sino por feroces dictaduras.

Bueno saber, que el Paraguay es uno de los países más desiguales del mundo. El 85 por ciento de las tierras, unas 30 millones de hectáreas, está en manos del 2 por ciento de propietarios, que se dedican a la producción meramente extractivista o en el peor de los casos a la especulación sobre la tierra.

El valor de los tributos en Paraguay es apenas del 13% sobre el PIB. El 60 % del impuesto recaudado por el Estado paraguayo es el IVA.

Asombrosa gracia de Dios: ¡¡ los latifundistas y agroextrativistas no pagan impuestos ¡¡.

A Lugo, hay mucho por que criticarlo, el tema de su doble moral personal. Es asunto que lo acusa, pero imposible justificar, por esta o causa cualquiera, el abuso cometido contra el pueblo paraguayo. Acción que constituye realmente una bofetada al mínimo decoro y a la propia constitucionalidad.

Nota: Esta es denominada una Constitución partidocrática. Constructo politico  muy diferente a lo democrático. Sepamos, ella no es producto de un poder constituyente popular, sino que es el certificado de bautismo de un espejismo de democracia y libertad heredada del stronerismo y el partido el Colorado que siempre lo apoyó. Agréguese, en Paraguay, los que derrotaron la dictadura de Stroessner fueron los mismos del Partido Colorado, que – no tengo pena en llamarlos traidores- lo apoyaron desde el parlamento y legitimaron el régimen.

Es mas, entre 1947 y 1963, los colorados fueron los únicos que podían legalmente presentar candidatos a las elecciones paraguayas, y la dictadura de Stroessner basó su “ilegitimidad” en el control del partido durante más de cuatro décadas. Aunque el poder del Estado estuvo bajo el control de los Colorados por seis décadas de hegemonía. La misma que fue derrotada por el candidato aliancista Fernando Lugo.

Otro actor de la maniobra golpista, en contra de Lugo, es el líder político y económico que maneja el agronegocio en el Paraguay: Monsanto.

Interesante en 2011 facturó 30 millones de dólares, libre de impuestos por el uso de semillas transgénicas de soja en Paraguay. Medida agraria impuesta por el Gobierno, que de inmediato produjo protestas campesinas. De ipso facto reprimidas por las fueras armadas bajo control de antes Vicepresidente y ahora dictador Francico Franco.

Como cifra que causa terror sabemos que toda la soja cultivada en el país es transgénica en una extensión cercana a los tres millones de hectáreas, con una producción en torno a los 7 millones de toneladas en el 2010, obvio ganancia escondida al Fisco de la República,

En síntesis que el golpe de Estado a Lugo es una vulgar maniobra, con aparentes visos de formalismo constitucional, muy del gusto de aquellos que gritaban ayer: “Te queremos Franco”, y, quienes lo tiene en Venezuela como maniobra aceptable y aplaudida. Otro ejemplo de sueño para el 7 de octubre.