abn
El Órgano Electoral Plurinacional (OEP) ha preparado un ejército de miles para controlar la jornada que se muestra promisoria y de fiesta democrática.
Las elecciones bolivianas serán observadas por las misiones de la Organización de Estados Americanos, Naciones Unidas, la Unión Europea y el Centro Carter.
De acuerdo con los últimos sondeos estadísticos, el presidente boliviano, Evo Morales, candidato a la reelección es quien concentra la mayor intención de votos con un porcentaje inédito.
De acuerdo con todas las encuestas privadas e independientes, el gobernante indígena de izquierda podría acaparar entre el 65 y 70% de la votación.
Morales, viene de ganar el pasado comicio general, en 2005, con el 54%, pero, en un registro sin procedentes en la historia electoral boliviana, se alzó con triunfos concluyentes en dos referendos y una elección anteriores, entre julio de 2006 y enero último.
Primer indio que gobierna el país de población mayoritariamente indígena mestiza en 184 años, Morales y su Movimiento Al Socialismo se anotaron victorias en las elecciones para la Asamblea Constituyente, en julio de 2006; en un referendo revocatorio de mandatos, en agosto de 2008, en que acaparó el 67% del voto y por último, el referendo aprobatorio de la nueva Constitución a principios de este año.
En una agitada campaña pacífica, aunque salpicada de violencia aislada, el gobernante de 50 años ha pedido apoyo para su reelección con un programa de gobierno que subraya el progreso integral del país más pobre de Sudamérica.
Luego de nacionalizar el gas y el petróleo, lo que nutrió contra toda previsión el erario público y principalmente las Reservas Internacionales Netas, hasta situarlas en un nivel récord e impensable de 8.500 millones de dólares, de colocar el PIB en más de 18.000 millones de dólares y de ahorrar en el más puro estilo de Moliere; de tender caminos y erradicar el analfabetismo; de incentivar y en casos revivir las empresas estatales, de retroceder, en resumen, el pasado reciente de privatismo secante, Morales ha prometido emplazar a este país, preñado de riquezas naturales y por paradoja histórica exportador tradicional de materias primas, en la era industrial.
Hasta más de 40 puntos porcentuales por debajo aparece su principal contendor, el ex capitán de Ejército, ex alcalde y ex prefecto de la ciudad y el departamento de Cochabamba, Manfred Reyes Villa que, siempre según los estudios demoscópicos, acapara entre el 20 y 25% de la intención de voto.
Con 10 y hasta 15 puntos menos aparece en tercera posición el empresario del cemento, Samuel Doria Medina.
Con 2 y 3% de la intención de voto se filtra el ex alcalde de Potosí, René Joaquino en el cuarto lugar de concentración de voto.
Detrás de Joaquino, un furgón de cola con otros cuatro candidatos residuales, entre ellos el indígena Román Loayza, la empresaria Ana María Flores, el labriego Alejo Véliz y el ex fiscal Nímer Choquehuanca, sin presencia en la intención de voto, reseña este sábado la ABI.