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18 junio 2012 – La recesión económica en Estados Unidos está en el ojo del huracán de la pugna electoral entre demócratas y republicanos por el control de la Presidencia. En el Congreso los parlamentarios debaten los métodos para reducir el déficit antes de enero de 2013. De no haber acuerdo se prevé que se apliquen duras medidas contra el pueblo como la suspensión de la prórroga fiscal (recortes de impuestos a las nóminas y subsidios de desempleo) y disminución del gasto público.

En su informe «Perspectivas Económicas Mundiales», el Banco Mundial pronostica que Estados Unidos reducirá una décima porcentual su tasa de crecimiento al 2,1% este año y mantiene su pronóstico de 2,4% en 2013, aunque advierte sobre los altos niveles de deuda pública y déficit, en coincidencia con los pronósticos de la Oficina Presupuestaria del congreso estadounidense (CBO, por sus siglas en inglés).

En una señal de la persistente debilidad en el mercado laboral, el Departamento de Trabajo informó que el número de nuevos pedidos de subsidios por desempleo subió por quinta vez en seis semanas. La tasa de desocupación de la población activa en Estados Unidos es de 8,2%, que se traduce en unos 12 millones de estadounidenses.

La Reserva Federal Estadounidense (FED, por sus siglas en inglés) reconoció que la actual recesión en el país ha reducido en promedio 40% los ingresos de las familias. Además, la calidad de vida de los ciudadanos se ha retrasado en 20 años. La Reserva Federal reveló que los núcleos familiares encabezados por personas de entre 35 y 44 años han sido los más golpeados, cuyos ingresos cayeron 54% en 2010.