Autor: Rubén Meléndez
Dentro del sistema capitalista en el que vivimos la mayoría de las personas buscan o anhelan encontrar trabajo, nos damos cuenta que nos educan o cuando estamos estudiando nos inducen a que cuando nos graduemos busquemos trabajo, en una empresa ya constituida, u otra persona que nos contrate. De tal forma que en ningún momento vemos nuestro futuro independiente.
Cuando al fin encontramos trabajo, nos vemos en una situación desagradable por muchos factores, por ejemplo, debemos cumplir un horario, someternos a algunas normativas, y empezamos a ver limitado nuestro tiempo, a tal punto, que a veces parece que nuestro tiempo no es de nosotros sino de la empresa o patrono, que nuestra vida no es de nosotros sino de una empresa.
Algunas personas hasta pasan todo el día sin hacer algo en lo cual estén a gusto, simplemente lo hacen por que saben que les van a pagar un dinero, y por ese dinero soportan cualquier cosa.
Hoy en día a diferencia de los siglos anteriores no tenemos a hombres fuertes con un látigo vigilando que trabajemos, pero sin duda alguna que seguimos siendo esclavos de otra persona por o para conseguir una pequeña cantidad de dinero que nos ayude a vivir unos días más.
El aprender un oficio, y el que ese oficio nos guste, puede ser sin duda, la oportunidad para zafarse de esta situación. El trabajo liberador además de liberarte en cuanto a tiempo libre para hacer lo que tu quiera, va a estar relacionado a el desarrollo de un oficio que te permita explotar el potencial creativo que poseemos todos los seres humanos, y más aún de poder reinventar cosas ya creadas y perfeccionarlas, dando paso a la satisfacción personal de lo hecho o logrado, y por consiguiente, a la dignificación del ser humano y del trabajo que el mismo realiza.
Al realizar un oficio, el hombre crea, y el crear lo libera.
Sobre trabajo liberador no contamos con mucha bibliografía, pero si podemos decir, que para que ese trabajo sea realmente liberador debe presentar algunas características, como por ejemplo:
- Debe estar orientado hacia la eliminación de la división social del trabajo.
- A la eliminación de las estructuras jerárquicas.
- A la eliminación de la disyuntiva entre satisfacción de necesidades y producción de riquezas.
- Que por el contrario busque revertir la concepción del hombre y la mujer como mercancía, expresada en el consumismo y en la necesidad de acumulación; por una concepción que parta de la autorrealización del ser humano, como expresión de creatividad y talento.
Un trabajo sin patronos, sin jefes, sin sindicatos, y sin manipulación. Un trabajo que te permita ser cada día más ser humano. Que te permita desarrollar tu talento, tus habilidades, fuera de un horario, de una monotonía, y de una conducta preestablecida.
Es decir ser libres.