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La cumbre, que tendrá como tema central la seguridad alimentaria con soberanía, debatirá también la homologación del masticado de la hoja de coca y el ajuste de los mecanismos propios para la defensa de los derechos humanos.
Las demandas de Bolivia y Argentina contarán con el apoyo de la recién creada Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la cual reúne a todos los países miembros de la OEA, menos Canadá y Estados Unidos
Los debates de la Asamblea General se iniciarán mañana y culminarán el martes con la muy probable Declaración de Cochabamba, la cual hará hincapié en la seguridad alimentaria con soberanía, algo así como la homologación supraestatal para que los pequeños y medianos productores puedan competir en igualdad de condiciones con la agroindustria.
Por ahora se conoce que Estados Unidos y Canadá pusieron reparos a este tópico, lo mismo que a la homologación del acullico (masticado) de la hoja de coca y a que el acceso al agua sea declarado como derecho humano.
Hasta ahora, se confirmó la asistencia a la Cumbre Social, paralela a la Asamblea General, del presidente de Ecuador, Rafael Correa, además de unos dos mil delegados de varios países de la región.
Tiquipaya es un municipio de Cochabamba, una urbe de casi un millón de habitantes, ubicada a dos mil 500 metros sobre el nivel del mar, con un clima templado, muy agradable por estos días.
La sede de la Asamblea General, conocida como la capital de las flores, viste sus mejores galas en estos días, con calles y avenidas remozadas y un ajetreo inusual, matizado por un frenesí de vehículos y comerciantes.
El objetivo es que los más de tres mil visitantes que tendrá el municipio, entre asistentes a la Asamblea General y a la Cumbre Social, se deleiten con los encantos de Bolivia, entre ellos a hospitalidad de los cochabambinos.