La historia de la izquierda política en América Latina fue como una historia de un prisionero de guerra o como la historia de la devastación producida por el capitalismo, sistema maligno que conduce a la degradación cultural por el descalabro humano, ético y moral, porque, el capitalismo no puede soportar tal número de pobres sin afectar la economía mundial, en este contexto suponer que una nueva izquierda trascienda y desconozca los valores ancestrales capaz de cambiar el devenir histórico requiere de un conocimiento, fuerza y voluntad, capacidad que existe en la fuerza colectiva de Latinoamérica, tierra donde nació la teología de la liberación para junto a las revoluciones influenciar sobre el capitalismo y sobre las religiones.
Sin embargo, todos los pensamientos que vayan contra el dominio capitalista y sus horrores sociales es en si mismo convincente para la ideología izquierdista, pero, buscando la racionalidad equivale a decir que esta nueva izquierda política esta naciendo en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Argentina y Uruguay, abundando en esta idea puede decirse por las reformas a los pensamientos de Marx incluso de Lenin, que las criticas al capitalismo y al imperialismo sitúan a esta nueva izquierda como un acontecimiento de causa posible para el buen vivir de los pueblos.
Nuevas izquierdas que buscan socialismos han llegado a la conclusión, de que incluso, el ideal comunista, la más poderosa fuerza ideológica del siglo XX, embrujo por el que se combatió duramente desde la revolución de octubre, revelo en 1989 lo que siempre fue un sueño que nunca cuajo ni en China ni en Cuba porque nunca tuvo fundamentos reales para pasar del socialismo al comunismo, ahora, lo que ocurrió en la ex URSS tiene legitimidad histórica por su poder de fascinación para los partidos comunistas con el socialismo actual de América Latina que se profundiza cada vez más con el mejor manejo económico al interior de los países.
¿Cuál es la historia concreta de esta nueva izquierda? Nace de la crítica al capitalismo y a los EEUU conducida por el presidente Hugo Chávez Frías más los logros sociales y económicos obtenidos en el proceso revolucionario, es entre otras circunstancias la afirmación del triunfo chavista, discurso con cierta utilidad pedagógica para un viejo ideal de lucha contra el imperialismo actualizándolo con el proyecto de integración en América del Sur que indudablemente influye en el terreno del discurso reflexivo, sitúa a Venezuela como núcleo de la critica al capitalismo y a la política de EEUU, una política excesiva para la dinámica propia de este mundo latino que busca la igualdad y la equidad.
Lo que hacen actualmente los gobiernos revolucionarios y casi revolucionarios en Sudamérica es proponer conceptos jurídicos para reformar las constituciones o promulgar leyes que los acerquen a una gestión más social y humana que de alguna manera produce un escape para el crimen sin castigo de los políticos privados quienes actuaron favoreciendo exclusivamente el crecimiento económico de las oligarquías sosteniendo monopolios desde el poder político; crimen y culpa que no debe recaer en el yo cultural del país ya que ese es un yo privado alimentado monstruosamente con el sacrificio de las masas que no puede quedar sin castigo.
Algo de esta situación fue cortada desde Venezuela, Influencia moral desde el discurso para examinarlo con la realidad permite relacionarlo con la historia del nuevo comercio que abre nuevos mercados con todos los países, nos sitúa en otro extracto en la historia de la democracia en la región que busca tener hegemonía para poder hablar de una nueva izquierda gracias también a un capitalismo humillado pero sobre todo por el despertar de los pueblos dirigidos por líderes que han conducido a las masas de la oscuridad a la luz.
Nueva izquierda no puede dejar de lado su ambición y mientras no se concrete parecerá absurda, sin embargo, todo parece, como si fuera parte del destino para los latinos que ya esta armada la plataforma para una nueva izquierda porque ya estamos caminando en la integración para concretar la soberanía a pesar de estar rodeados por satélites de EEUU que no dan su brazo a torcer y esta la lucha que enfrenta la nueva izquierda en un marco pacifico pero armado.
Raúl Crespo.
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