“La única hipótesis para ser candidato es si la presidenta Dilma no quiere (aspirar a la reelección). No voy a permitir que un tucano (del partido opositor) vuelva a la presidencia de Brasil”, lanzó en una entrevista en la televisora SBT.
Un sondeo de la encuestadora Datafolha, publicado en abril, reveló que un 57% de los brasileños considera que Lula debe concurrir a las próximas elecciones presidenciales, pese a la buena gestión de Rousseff, cuyo gobierno tiene una aprobación de 64%, frente a 59% en enero.
El 28 de marzo, tan pronto le fue diagnosticada la remisión completa de un cáncer en la laringe, Lula, de 66 años, anunció su regreso a la vida política.
“Voy a regresar a la vida política porque creo que Brasil tiene que continuar creciendo, desarrollándose, generando empleo, mejorando la vida de millones y millones de brasileños que consiguieron llegar a ser clase media y no quieren regresar atrás”, dijo en un mensaje grabado.
Desde entonces, ha hecho varias apariciones públicas y participa en la promoción de candidatos del PT, principalmente en Sao Paulo, de cara a las próximas elecciones municipales de octubre.