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1 de junio  de 2012.-Desde hace varias semanas, medios de comunicación venezolanos han estado mostrando estadísticas tomadas de sitios web como NetIndex.com, para decir que nuestra conexión es una de las de peor calidad a nivel mundial. Que, en velocidad de descarga, somos el país 149 de un total de 176 países medidos, y que naciones como Ghana, Ruanda, Nigeria, Irak o Libia tienen mejor internet que nosotros. El más difundido ha sido el artículo de PlanetaUrbe titulado «Datos que desconocías de la calidad del internet en Venezuela», que surgió a propósito del quinto aniversario de la nacionalización de Cantv.

Kigali, capital de Ruanda. Se alega que los habitantes de 
este país tienen mejor Internet que los venezolanos. ¿Será cierto?


Este miércoles, el sitio web de BBC también decidió hacerse eco de las estadísticas de NetIndex en su más reciente artículo «Cómo un país desaparece de internet». Indica que «la conexión de internet en Venezuela es una de las más caras y más lentas del mundo. Netindex destacó que Venezuela ocupa el puesto 150 en una lista de 174 países clasificados según su velocidad de conexión, superando tan sólo en Latinoamérica a Perú y Bolivia».

Mi módem de ABA Cisco 677: doce años 
funcionando sin fallar.

Debo confesar que me lo pensé mucho antes de escribir este artículo. Comencé a usar Internet desde mediados de los años noventa, usando un módem de 2.400 bps. En 1999 tuve el honor de formar parte del primer grupo de venezolanos que comenzaron a usar el ABA de Cantv de forma experimental. Me dieron un módem Cisco 677, el mismo que uso hoy, 12 años después, lo que ya es indicativo de lo poco que hemos avanzado tecnológicamente en este campo.

Apoyo al presidente Hugo Chávez, pero no pretendo caer en el error de mostrar como perfecto todo lo que hace el gobierno, señalando que todas las críticas son falsedades inventadas por la CIA y la oposición saboteadora. Estoy un poco cansado de sintonizar VTV y creer que estoy en el mundo perfecto de la nave espacial Enterprise, viendo a algunas personas decir que el que tengamos 9 millones de usuarios de Facebook en Venezuela es un «logro de la Revolución». O, por el otro lado, sintonizar Globovisión y sentir que vivo en un país en guerra civil.

Como persona que apoya las tecnologías libres, me cuesta mucho defender a Cantv, empresa del Estado que más de una vez ha actuado en contra de los intereses de nuestros pueblos, como ocurrió recientemente cuando forzaron a la ensambladora VIT a entregar 12 millones de dólares a la transnacional Microsoft para la innecesaria compra de 205.000 licencias de Windows, teniendo un producto de mejor calidad y elaborado por el propio Estado, como lo es Canaima GNU/Linux.

Mitos y realidades

Artículo de BBC Mundo alegando que Venezuela tiene
una de las peores conexiones a Internet del mundo

Sin embargo, que una mentira se repitan una y otra vez sin que nadie salga a decir verdades ocultas, me molesta mucho. Por lo que, a pesar de mis reconcomios con la empresa Cantv, quise escribir algunas cosas que pienso que deberían ser tomadas en cuenta.

  • MITO: Las estadísticas de NetIndex son el reflejo de la calidad de Internet en un país.
  • REALIDAD: Las estadísticas de NetIndex sólo reflejan la calidad del Internet para aquellos ciudadanos que tienen acceso a ella, pero no nos dice cuántas personas en un país tienen acceso a Internet. En un país donde sólo el 5 por ciento de la población tiene acceso a Internet, poco nos importa que ese cinco por ciento tenga Internet de altísima velocidad. El principal problema es que el 95 por ciento de la población de ese país no tiene acceso a Internet, y eso no lo refleja NetIndex.

Veamos un ejemplo de eso: se dice escandalosamente que «hasta Irak tiene mejor Internet que Venezuela». Efectivamente Irak, según NetIndex, está en la posición 131 en velocidad de Internet, veinte posiciones por encima de Venezuela. Pero, según Internet World Stats, sólo 1,3 millones de los 30,3 millones de habitantes de Iraq tienen acceso a Internet: una penetración de 4,3 por ciento. Algo entendible para un país que, hasta hace poco, era bombardeado sin piedad por las naciones occidentales. ¿Quienes tienen Internet en Irak? ¿Realmente vamos a creer que los habitantes comunes y corrientes de los pueblos alejados de Bagdad tienen acceso a Internet? ¿O éste es contratado principalmente por las empresas contratistas estadounidenses? ¿Tiene la gente en Irak problemas mucho más graves que el Internet? Estamos seguros que sí.

Se nos compara, por ejemplo, con Ghana o Ruanda, países africanos con inmensos problemas sociales.

  • Ruanda está en el puesto 146 de velocidad de Internet según NetIndex, cinco escaños por encima de Venezuela. Pero, nuevamente según Internet World Stats, sólo 818 mil de los 11,3 millones de habitantes de Ruanda tienen acceso a Internet: penetración de 7,2 por ciento.
  • Ghana: puesto 89 de NetIndex, 62 puestos por encima de Venezuela. Pero su penetración es de 8,4 por ciento: sólo 2 millones de sus 24,7 millones de habitantes tienen acceso a Internet.
  • Suazilandia: puesto 149 de NetIndex, 2 puestos por encima de Venezuela. Penetración de 6,9 por ciento: sólo 95 mil de sus 1,3 millones de habitantes tienen Internet.


En cambio, la penetración de Internet en Venezuela es de 40 por ciento, según cifras oficiales que coinciden con las de Internet World Stats : 11,7 millones de los casi 30 millones de venezolanos tienen acceso a Internet. 

No sé ustedes, pero yo prefiero un país donde el 40 por ciento tenga acceso a Internet, así sea lento (1,86 Mbps según NetIndex), a un país donde sólo el 5 por ciento de la población tenga acceso a Internet, así sea a 20 Mbps. Obviamente todos quisiéramos 99 por ciento de penetración de Internet y velocidades de 20 Mbps a un precio bajísimo, pero hay prioridades que resolver para poder llegar a esa cifra.

Cumbres de Curumo, en Caracas. Lugares como éste tienen
una alta penetración de Internet.


No pude conseguir estadísticas oficiales, pero estoy seguro de que la penetración de Internet en las 4 ó 5 ciudades más grandes de Venezuela es muy alta. Y la penetración de Internet en urbanizaciones de clase media de Caracas, como Altamira, La Candelaria, Terrazas del Ávila, El Cafetal o Los Ruices debe superar el 80 por ciento, contándose además con diferentes proveedores como Cantv, Inter, NetUno, Supercable, Movistar, Digitel y otros. Curiosamente, los que más se quejan de lo pésimo del Internet son quienes viven en estos lugares.

No somos Copenhague

Recordemos otra cosa: nuestras ciudades no son como las capitales de Noruega, Finlandia o Suecia, países con 90 por ciento de penetración de Internet, tarifas bajas y altas velocidades. En Dinamarca no tienen que solucionar los problemas de miles de personas que vivían en barrios y zonas de alto riesgo, quienes perdieron sus hogares hace apenas unos meses por las lluvias, y es ahora que se les están construyendo y asignando nuevas viviendas.

Cientos de miles de otros caraqueños continúan viviendo en zonas de alto riesgo en barrios construidos en montañas de la capital, y si bien algunos barrios están consolidados, otros tienen serios problemas de infraestructura en materia de electricidad, agua potable, aguas servidas y otros servicios públicos. Ni hablar de la delincuencia y las bandas que se enfrentan a tiros con frecuencia.

Petare, en el este de Caracas. Primero hay que garantizarles viviendas estables y con servicios básicos, antes de pensar en Internet de 20 Mbps.


El gobierno se ha esforzado en llevarles servicios de medicina primaria («Barrio Adentro», CDI y otros servicios de salud públicos y gratuitos), bodegas para venta de alimentos (mercales), mejoró notablemente las escuelas, comenzó a colocar tuberías de agua potable y gas directo en algunos lugares para sustituir la venta y uso de bombonas, y estableció misiones para alfabetizar a toda la población, permitirles culminar el bachillerato y ofrecerles carreras universitarias. En algunos barrios se está construyendo un sistema de metrocable (teleféricos) como medio de transporte para la población.

Coincidirán conmigo en que, para una persona que vive en una humilde vivienda en cualquiera de nuestros barrios, es mucho más importante que le solucionen el problema de la delincuencia, las aguas servidas, la electricidad, el transporte o el agua potable, antes que brindarle Internet de 20 Mbps. Un gobierno no puede trabajar sólo para las urbanizaciones de clase media, en particular cuando hay una gran deuda social acumulada.

Módulo «Barrio Adentro» en un sector de Caricuao, suroeste de Caracas. Hay problemas más graves que el Internet.

No podemos ignorar otro asunto: Venezuela no es únicamente Caracas. O Valencia, Mérida o Maracaibo. El desarrollo de Internet en nuestro país se ha concentrado siempre en las grandes ciudades, especialmente en los tiempos en los que Cantv estaba privatizada. Las autoridades actuales de Cantv y el Ministerio de Ciencia y Tecnología aseguran que están esforzándose en cambiar esa realidad, y están haciendo tendidos de fibra óptica hacia el sur y el interior del país, tratando de llegar a pueblos y ciudades en los cuales «no era rentable» desde el punto de vista tradicional el llevarles acces a Internet.

En total, son 5.796 kilómetros de fibra óptica los que se están construyendo en Venezuela: poniéndolos en línea recta, podrían conectar a Caracas con Los Ángeles (California), las Islas Canarias (España) o con Buenos Aires (Argentina). La empresa estatal informa que en 2007 había 7.737 km de fibra óptica instalados, concentrados en el eje centro-costero. Para el 2011 la estatal ya había ampliado su red a 11.481 kilómetros de fibra, y aseguran que pronto superarán los 16 mil kilómetros.

En el mapa mostrado arriba puede verse en azul la red construida, que abarca principalmente el eje norte-costero. Pero en amarillo podemos ver la red en construcción, que cruza estados como Apure, Barinas, Táchira, Mérida, Cojedes, Guárico, Facón, Lara, Bolívar y Anzoátegui. Enhorabuena.

Internet no sólo se sirve a través de ABA (tecnología ADSL a través de cables de cobre): conozco muchos amigos que viven en sectores populares donde difícilmente podría colocarse líneas telefónicas de cobre para sus decenas de miles de habitantes, pero gracias a los modems USB para Internet móvil (tecnologías EVDO, GSM o similares), que en su momento se vendieron a 400 BsF, estas personas pudieron tener Internet en sus hogares.

Cantv ya no los vende pues su red inalámbrica se saturó (otro tema que deben atender con urgencia), pero las empresas privadas Digitel y Movistar aún venden estos módems. Cantv y su filial Movilnet no sólo deberían ampliar su red de Internet inalámbrica pensando en quienes viven en sectores populares, sino ofrecerles a ellos también el plan Internet Equipado (venta de computadores con financiamiento), que por los momentos está retringido a quienes tienen ABA y líneas telefónicas de cobre. Y, por supuesto, usar únicamente software libre en las computadoras que vendan.

No se puede negar que otro mecanismo para el acceso a Internet son los teléfonos móviles o celulares. Hay celulares de muy bajo costo, como los Vergatario 2 (Costo: Bs. 150, unos 35 dólares) y los Orinoquia más nuevos, que tienen acceso a Internet. También hay modelos de celulares LG, Samsung y de otras marcas, con precios por debajo de los 900 bolívares (210 dólares) y capacidades de conexión a Internet. Pero los venezolanos nos hemos convertido en los mayores consumidores de smartphones de Latinoamérica, y no es inusual ver a personas de todos los estratos sociales, incluso los populares, cargando su Blackberry o su Android para chatear y conectarse a Internet.

Más allá de la fibra óptica, ahora es que queda trabajo por hacer: hay que construir infraestructura en las ciudades y pueblos para que la gente pueda tener acceso a Internet, hay que ampliar las radiobases para el acceso a Internet vía teléfonos celulares o módems inalámbricos (en las tres empresas de telefonía móvil el Internet es muy lento y problemático), hay que ampliar los enlaces internacionales, y hay que construir centros de datos, sitios web y aplicaciones que nos permitan servir nuestros propios contenidos y servicios, lejos de estar dependiendo únicamente de los provistos por los gringos.

Igualmente, hay que combatir vicios: En Caracas y otra ciudades, es usual que técnicos de contratistas de Cantv te digan que no hay pares disponibles en tu zona para instalarte ABA, y te digan que, si les pagas «un dinerito bajo cuerda», ellos «te harán el favor» de conseguirte los pares. La corrupción es un vicio que heredamos de la Cantv privatizada. También hay quejas por la mala atención del soporte técnico, una consecuencia de las pésimas condiciones laborales que hay en los call centers, tanto del capitalismo como del socialismo que intentamos construir.

Velocidad mediocre, pero trabajan en aumentarla un poco

Indiqué, desde el principio, que este no iba a ser un artículo gobiernero. Hay que reconocer al gobierno sus méritos, pero también hay que hacer las críticas donde se lo merece. Y el precio y la velocidad de nuestros servicios de Internet es algo que, si bien tiene sus explicaciones, tampoco podemos decir que nos tienen felices.

Comparemos nuestro Internet con el de nuestros vecinos latinoamericanos, como Brasil o México. En Brasil, la penetración de Internet es de 39 por ciento, muy similar a la venezolana. En México, la penetración es ligeramente menor: 36%. En ambos, el Internet está concentrado en las urbanizaciones de clase media de las grandes ciudades, compartiendo los mismos problemas que nosotros. Brasil y México, sin embargo, están en los puestos 73 y 76 de velocidad de Internet, según NetIndex. Sus velocidades rondan los 5 Mbps.

Al respecto, el presidente de Cantv, Manuel Fernández, admitió que la velocidad de Internet de Cantv es de 0,71 Mbps (bastante baja comparada con la de nuestros vecinos), pero indicó que, en el segundo semestre de 2012, aumentaría a más de 1 Mbps. No es mucho, pero de cualquier forma esperamos con ansias que esta promesa se cumpla.

Precios altos

Por su parte, BBC plantea una problemática con los precios del Internet venezolano, asegurando que es uno de los más caros de la región. Y si bien la BBC exagera con los precios, no se puede negar que los mismos son caros en comparación con nuestros vecinos. BBC asegura que «el precio que paga un venezolano por un mbps de conexión es de US$47,17, comparado con los US$ 9,74 por mbps de Argentina, los US$11,11 de Chile, US$12,40 de México y los US$14,78 de Colombia». En realidad, el precio por ABA de 1 Mbps es de 33 dólares mensuales (Bs. 144), pero sigue siendo mucho más caro que el de otros países latinoamericanos.

Movilnet ofrece un plan de 400 MB mensuales de Internet inalámbrico por 14 dólares (Bs. 60) mensuales: una cantidad de megas que apenas te permitirán leer emails y usar redes sociales en tu teléfono móvil. Un plan de 2 GB, que te da algo más de maniobrabilidad y te permitirá ver algunos videos de Youtube al mes, cuesta 29 dólares (Bs. 125). Las otras empresas privadas de telefonía celular ofrecen tarifas aún mayores.

No hay duda de que esto es caro. El resultado de todo esto es que Cantv tiene unas enormes ganancias: 2.100 millones de BsF (488 millones de dólares) en dividendos en 2011, según informó Jorge Arreaza, ministro de Ciencia y Tecnología. En total, la telefónica ha dado 6.600 millones de bolívares de utilidades ($1.534 millones) desde que fue nacionalizada hace 5 años. 

Obras en el Hospital Central de Zaraza


Nuestro consuelo es que estas elevadas ganancias no van para el bolsillo de accionistas privados, sino que se reinvierten en programas sociales: «Más de Bs. 780 millones han sido destinados al proyecto Canaimita, se han construido 200 infocentros en todo el país. Gracias a estos dividendos ha sido posible la construcción de viviendas dignas y la recuperación de espacios», dijo el presidente de Cantv, Manuel Fernández. Cantv también ha financiado, con sus dividendos, la construcción del Hospital Central de Zaraza, estado Guárico, y la dotación de equipos a diferentes hospitales militares del país. También fueron homologados 12 mil médicos del país.

En otras palabras: el alto costo de nuestro Internet es una especie de impuesto para financiar importantes proyectos sociales. No me agrada para nada pagar altos precios por un servicio que deja bastante que desear, pero al menos sé que parte del dinero va para buenas causas. La salud de los habitantes de Zaraza mejorará mucho gracias a un hospital pagado en parte con lo que cancelamos por el ABA, y millones de niños y niñas podrán educarse mejor gracias a las computadoras Canaimita con software libre, que Cantv también financia gracias a lo que pagamos.

Pero eso no quita una realidad en la que Cantv y el Ministerio de Ciencia y Tecnología tienen que reflexionar: no todos los venezolanos pueden pagar las elevadas tarifas de Internet que ellos solicitan. Internet tiene que convertirse en algo disponible para todas y todos, y Cantv debería lograr una revisión de sus tarifas, tal vez por estratos sociales, como lo hace Corpoelec con las tarifas de electricidad.

La falla en las páginas web venezolanas el pasado lunes

Hay muchas otras cosas que discutir sobre este artículo de la BBC. El titular amarillista que le colocan («Cómo un país desaparece de internet») es imperdonable, considerando la buena reputación y la seriedad que la BBC transmitía hasta hace poco. Sin embargo, las causas de la falla ocurrida el pasado lunes con los dominios .ve, que desactivó a unas 217 mil páginas venezolanas (incluyendo bancos, ministerios y organismos del Estado),tiene que analizarse y corregirse. 

El ministro Arreaza aseguró en su Twitter que la falla se debió a un «problema eléctrico» en los servidores de DNS, lo que indicaría que no hay plantas eléctricas de emergencia ni servidores de respaldo en tan importante servicio. Empleados de NIC.ve informan más bien que la falla se presentó por un posible ataque de «hackers» (un ataque de negación de servicio a través de comandos WHOIS) en contra de los servidores DNS de NIC.ve, que causó que se llenara un disco duro de los servidores, causando su colapso.

Cualquiera que haya sido la causa, obviamente hay un problema de desidia y falta de prevención. Si un ataque como estos se realizara el 7 de octubre, día de las elecciones presidenciales, dejaría fuera del aire no sólo a las páginas web de organismos y medios del Estado (como AVN, RNV, VTV, YVKE Mundial, Minci y varios otros), sino a la mismísima página del Consejo Nacional Electoral, llenándonos de rumores e incertidumbre.

Cantv tras la nacionalización

Otro asunto que no se discute mucho es que Cantv padece, a lo interno, de muchos de los problemas que sufría Pdvsa en los tiempos previos al paro de 2002: obreros de base leales al proceso revolucionario, pero empleados en los niveles medios y tecnocráticos que adversan al gobierno actual, que no comprenden sus planes o simplemente no se identifican con ellos, y no les interesa que los mismos avancen.

Compañeros revolucionarios que trabajan en Cantv me cuentan cómo cuesta lograr que avance un proyecto, cómo cuesta hacerle entender a estos empleados de la era privatizada lo importante de lograr tales o cuales planes sociales, tales o cuales políticas, tales o cuales cambios. Un proyecto que se ejecutaría en unas cuantas semanas en otros espacios, en Cantv puede tardar meses o años si ciertos engranajes internos deciden hacerte la vida imposible. Sabotear no es sólo jalar unos cables o romper unas máquinas. Sabotear puede consistir en colocar grandes trabas burocráticas que convierten una pequeña piedrita en un gigantesco muro que detiene proyectos y planes dentro de la telefónica.

Ese es un problema generalizado no sólo en Cantv, sino en algunas de las grandes empresas que hemos nacionalizado recientemente, como el Banco de Venezuela o Hipermercados Éxito. El gobierno no puede ni debe despedir a todos los cargos medios de una empresa recién nacionalizada, pero muchos cargos medios asumen que deben «luchar contra el rrrrégimen», y su «forma de lucha» a veces se torna en retrasar las cosas lo más que se pueda, para que luego los medios de comunicación se encarguen de acusar al gobierno de incapaz, y los opinadores neoliberales fortalezcan sus tesis de que lo privado supuestamente es más eficiente que lo público.

Nadie dijo que esta transición al socialismo iba a ser fácil. Hay que demostrar que las empresas públicas que trabajan para la gente, pueden hacerlo mejor que las empresas privadas que trabajan para maximizar las ganancias de sus dueños. Si medimos las cosas desde el punto de vista tradicional (usando NetIndex y páginas web que miden las velocidades de conexión) obviamente nos va a parecer que estamos haciéndolo todo mal. Pero tenemos que esforzarnos en ver la realidad completa, y ser autocríticos para lograr que mejore todo lo que necesitamos mejorar.

Fuente: http://lubrio.blogspot.com.es/2012/05/las-peores-velocidades-de-internet.html