5 de mayo de 2012.- El presidente de Repsol, Antoni Brufau, subrayaba en el año 2009 que no temía una nacionalización de la actividad de su empresa en Libia, porque las autoridades de este país le habían garantizado que no existian planes en este sentido».
Brufau, había acompañó al Rey de España en su primera visita oficial a Libia, afirmando al ser consultado por una posible entrada del Gobierno libio en el capital de Repsol, que no le correspondía decidir a él, sino a los propietarios de las acciones en venta, aunque expuso un conjunto de argumentos por los que esta hipótesis resultaría a su juicio positiva para la empresa.
Brufau precisó que contar con el Gobierno libio en el accionariado significaría dar entrada en el capital al país donde más barriles produce la compañía, con una «historia jurídica de estabilidad, de comunión o comunicación entre las dos partes», y supondría además «un ’plus’, porque habría siempre un seguro valor añadido» al disponer de un socio con las reservas petrolíferas de Libia.
En una la cena ofrecida en honor del Rey, Gadafi había advertido sobre la posible conveniencia de nacionalizar las petroleras extranjeras si el precio del barril no alcanza los 100 dólares, afirmando Brufau que no extraía de las palabras del líder libio «en absoluto» la conclusión de que prepare «un proceso de nacionalización, ni muchísimo menos».
Durante la cena, tanto el presidente de la petrolera libia NOC como los ministros de Industria y Obras Públicas le trasladaron su «absoluta confianza» en que era «nada más que una reflexión» en voz alta de Gadafi, insistió Brufau, y recordó que Repsol renegoció una ampliación de sus contratos en Libia hasta 2032 hacía tres meses sin recibir «la más mínima presión» o amenaza de nacionalización.
El presidente de Repsol dejó claras sus discrepancias con la reflexión de Gadafi y argumentó, en sentido contrario, que una nacionalización no garantiza subidas en el precio del crudo, porque el petróleo mundial ya está en un 80 por ciento en manos públicas -citó los casos de Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Venezuela– «y el precio está donde está».
Según los datos proporcionados por Brufau, Repsol producía en este país magrebí más de 300.000 barriles al día, de los que entregaba más del 80 por ciento al Estado libio en concepto de impuestos.
Repsol contaba en Libia con sólo un yacimiento, Murzaq, que en 2009 (últimos datos oficiales) tuvo una producción neta de 12,7 millones de barriles, el 3,8% de la producción total del grupo español.
Luego de la invasión y asesinato de Muamar Gadaffi, a finales de octubre de 2011 la petrolera Repsol reactivó sus operaciones en Libia y, uno de sus campos ya estaba «en niveles de producción ligeramente superiores a los 30.000 barriles por día y aumentando», según había comunicado la empresa.
La producción de petróleo de Libia había aumentó a 500.000 barriles por día (bpd) impulsada por el reinicio del bombeo en el yacimiento El Sharara, operado por la entonces española Repsol-YPF.
Según datos pronunciados por el propio presidente de Repsol, Antonio Brufau, la inversión de los activos de la petrolera española en Libia eran de 650 millones de dólares, aproximadamente. La compañía, que está presente en Libia desde los años 70, cuenta con derechos mineros sobre 10 bloques, nueve de ellos onshore y uno en la cuenca offshore de Sirte. Se trata de ocho bloques de exploración con una superficie de 20.718 Km., y dos bloques son de producción con una superficie de 1.566km2
El beneficio de Repsol cae un 53% por Libia y los extraordinarios de Sinopec
Repsol obtuvo un beneficio neto de 2.193 millones en 2011, un 53,3% menos que el año anterior, debido a la menor producción por el conflicto de Libia y a que en 2010 triplicó sus ganancias tras dar entrada a la china Sinopec en su filial brasileña. También ha afectado a sus márgenes y la venta de Refap (Brasil).
YPF aportó un resultado de explotación recurrente de 1.352 millones, lo que supone un descenso del 16,8%, debido a las huelgas que afectaron al sector petrolero y la suspensión del programa de incentivos a grandes empresas Petróleo Plus.
Repsol está preparando una propuesta de scrip dividend, o reparto flexible del dividendo con opción a recibir la retribución en efectivo en acciones, para el pago del dividendo complementario, según aseguró en una conferencia de analistas el director financiero Miguel Martínez. Explicó que el consejo propone esta opción como complemento al dividendo a cuenta.
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, recibió una retribución de 7,08 millones en 2011, que incluye un bono de 2,77 millones por la operación en Brasil con Sinopec, que permitió a la petrolera triplicar el beneficio en 2010.
Descontado este bono, la retribución sumó 4,31 millones, un 9,6% más que en el ejercicio anterior. La prima por la operación con Sinopec también la recibieron el secretario general del consejo, Luis Suárez de Lezo, y el comité de dirección. El consejo, con 15 miembros, recibió 16,3 millones y 2,6 millones en fondos y planes de pensiones.
En 2011, la producción de hidrocarburos de Repsol fue de 298.800 barriles equivalentes de petróleo al día, el 13,2 % inferior a la de 2010, debido a la menor producción de líquidos en Libia -donde retomó la actividad en octubre tras nueve meses de inactividad-, y las paradas de mantenimiento en Trinidad y Tobago.
Repsol cerró el año con una tasa de reemplazo (que refleja la relación entre el petróleo que se extrae y las nuevas reservas que se descubren) del 162 %, frente al 131 % de 2010.
La filial argentina YPF aportó un resultado de explotación recurrente de 1.352 millones.