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Varios expertos en Medicina Preventiva y Salud Pública de España advirtieron en un Foro sobre la des proporcionada actuación de las Administraciones sanitarias y los intereses económicos y políticos, ligados a la gestión y la compra desmesurada de vacunas.
La Organización Médica Colegial organizó ayer un Foro sobre la ética de las medidas adoptadas para la protección de la población contra la Gripe A, en el que médicos y profesionales de la Medicina debatieron si las medidas adoptadas habían sido realmente oportunas y necesarias.
Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), recordó el contenido del documento ‘Etica de la Responsabilidad ante la Gripe A’, hecho público a finales de septiembre, en el que el Consejo de Médicos de España aportaba una serie de recomendaciones con el objetivo de generar elementos de «juicio y serenidad» ante el clima de preocupación social y profesional imperante.
El presidente defendió la libertad de expresión de los profesionales sanitarios ante una situación polémica que, con el transcurso de los meses, había terminado por dar la razón a las previsiones de la OMC y a las evidencias planteadas por los médicos.
«Lo que se ha hecho bien, podría haberse hecho mejor y lo que se ha hecho mal, esperamos que no se repita. No obstante, desde aquí defendemos toda acción preventiva, aunque éstas también tengan alrededor algo de negocio», afirmó Rodríguez Sendín para referirse a la gestión de esta supuesta crisis sanitaria.
Interés político por la Medicina defensiva
Tal y como expuso Rogelio Altisent, profesor de Bioética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza y ex presidente de la Comisión Central de Deontología de la OMC, existen claras diferencias entre las intervenciones preventivas y las anticipativas de la Medicina pues, aunque ambas gozan de una gran popularidad, avaladas por el conocido dicho «más vale prevenir que curar», son cuestiones diferentes.
De acuerdo con esta diferenciación, los expertos presentes en el Foro llamaron la atención sobre otro tipo de Medicina, la defensiva.
«Lo que prima en la actualidad es la política sanitaria defensiva para que luego a uno, por ejemplo, no le echen en cara que no compró suficientes dosis», aseveró Altisent.
Tal y como añadió, la prevención es un deber ético de los profesionales y las autoridades sanitarias, pero en ocasiones puede esconder otro tipo de acciones que poco tienen de ético y de preventivo, olvidándose de máximas como la seguridad, la evidencia científica o el coste-oportunidad.
Según este doctor, es razonable tener dudas ante la gestión de esta crisis sanitaria en España pues, entre otras cosas, países como Polonia han actuado con más precaución antes de ir directamente a abastecerse de vacunas frente la Gripe.
«Trabajemos todos juntos en fortalecer la confianza social generada, dado que se está dando una cierta quiebra de la misma por la gestión de la Gripe A», indicó Altisent.
Los presentes en el Foro coincidieron en señalar que se está dando una gran politización de la Medicina y, concretamente, Altisent se refirió a la situación actual como una pugna parlamentaria.
«Este tipo de luchas puede generar medidas sanitarias injustificadas y llevar al traste un sistema que deje de guiarse por las prioridades en beneficio del paciente», criticó.
Medidas desproporcionadas que quedan impunes
Un poco más allá fue Andreu Segura, presidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), quien aseguró que se están llevando a cabo muchas medidas desproporcionadas con total impunidad y, frente a esta gestión política, los profesionales médicos tienen una especial responsabilidad.
«De este modo, muchos de los desmanes de la industria farmacéutica terminarían», afirmó.
Otro punto de vista diferente fue el ofrecido por el director general de Farmacia y Productos Sanitarios del Ministerio de Sanidad, Alfonso Jiménez Palacios. Según expuso, las acciones desarrolladas por la Administración han sido correctas y han contado con el consenso científico y profesional. No obstante, aseguró que, de darse situaciones similares lo harán «un poco mejor».
El vicepresidente de Atención Primaria de la Asociación Española de Pediatría, Fernando Malmierca, señaló que lo acertado es buscar el equilibrio entre el riesgo y las soluciones y, en este sentido, la entidad a la que representa ha adoptado sus recomendaciones basándose en la evidencia científica que indica que no es necesario vacunar a los niños sanos.
«L a Medicina defensiva podría conllevar riesgo a medio y largo plazo», afirmó tras subrayar que, no obstante, las vacunas aprobadas son seguras.
Una gestión muy poco ética
Juan Gérvas, médico rural general y profesor de Salud Pública y Atención Primaria, reiteró el mensaje de tranquilidad que viene repitiendo desde la aparición del virus H1N1 y que al menos ha calado en sus pacientes de Canencia de la Sierra, Garganta de los Montes y El Cuadrón (Madrid).
Según los últimos datos, que este doctor se encargo de recabar escasos momentos antes de la celebración del Foro, en total se han dado 6.577 muertes por Gripe A en todo el mundo, una cifra muy diferente a la prevista por los más agoreros.
«Por muchas otras causas mueren en España mil personas al día», criticó este médico al que le parece lamentable que se dejen de lado otros problemas socio -sanitarios acuciantes para el país.
«Tanto la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) siguen diciendo que las medidas adoptadas frente a la Gripe A son las más prudentes y, en mi opinión, no sólo no lo son, sino que incluso son penables. Entre otras cosas, no se pueden gastar tantos recursos cuando a los pacientes se les sigue impidiendo algo tan fundamental como morir en casa o que a los ancianos desdentados no les financie el sistema una asistencia odontológica básica para que puedan comer», denunció Gérvas.
Rechazo de la vacunación
Este médico aseguró que no piensa vacunarse, básicamente porque para él esta vacuna no sirve para nada, no tiene efectividad e incluso, en el caso de los más jóvenes, la inmunidad que les genera impide la propia creación de anticuerpos de cara al futuro.
«Por todo ello es una vacuna falta de ética», concluyó. También fueron críticos con la vacuna el resto de los ponentes del encuentro y, en el caso concreto de Joan-Ramón Laporte, catedrático de Farmacología de la Universidad Autónoma de Barcelona, tampoco son eficaces los antivirales Oseltamivir (Tamiflu) y Zanamivir, fármacos que, «no obstante han hecho subir el valor de las acciones de algunas compañías farmacéuticas».
Por su parte, Juan Martínez Hernández, jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Carlos III de Madrid expuso la experiencia de los países de nuestro entorno y el conflicto ético que podría suponer desmarcarse de las indicaciones de organizaciones como la OMS de cara a los ciudadanos.
Los médicos no quieren vacunarse
La médico de Urgencias Mónica Lalanda, quien recientemente público su ya célebre artículo dirigido a la ministra de Sanidad, reiteró que, según los datos disponibles, la mayoría de los médicos europeos no se quieren vacunar frente al virus H1N1 y esta medida ha causado una gran desconcierto entre la población.
Ella misma manifestó las dudas razonables sobre la eficacia y seguridad de las vacunas asentadas ya en gran parte del colectivo médico, así como su rotunda negativa a vacunarse.
Asimismo, aseveró que en torno a estas vacunas hay muchos intereses políticos y económicos y que la gripe A no debería llevar apellidos, si no quedarse en Gripe a secas, lo que acabaría en gran medida con la alarma social.
«Esta gripe no ha podido llegar en mejor momento, dado que está coexistiendo con la crisis económica y puede ser utilizada como una cortina de humo», subrayó.