El comando norteamericano señala que se trata de un plan de contingencia en caso de que Irán ataque las naves estadounidenses o internacionales en el golfo Pérsico o intente cerrar el estratégico estrecho de Ormuz, a través del cual se transporta la quinta parte del petróleo que abastece al mundo.
Además recientemente el Pentágono envió cierta cantidad de cazas F22 Raptor a una base aérea en los Emiratos Árabes Unidos, situada cerca de la frontera con Irán.
Y hace algunos días el titular de la defensa norteamericana, León Panetta, reconoció que EE. UU. ha elaborado varios planes concretos de ataques contra Irán.
Pero parece que la República Islámica no es el único objetivo que está en el punto de mira de los militares estadounidenses. Fuentes del Pentágono señalan que EE. UU. atacaría también a Corea del Norte si el país asiático inicia alguna acción contra su vecino, Corea del Sur. En este caso también se trataría de ataques aéreos y marinos. En cuanto a la operación terrestre, esta correría a cargo del Ejército surcoreano, apuntan en el Pentágono.