La educadora, tutora de un grupo de 11 niños de Educación infantil desde hace dos cursos, será apartada de sus funciones por recomendación de un inspector, que ha dado la razón al centro y afirmó que el nivel de los alumnos es muy alto y no se corresponde al desarrollo curricular de ese curso en una escuela pública, informa el diario Periódic d’Andorra.
Los padres de los alumnos, indignados con la decisión de que el nivel excesivo de los menores haya sido determinante para que la educadora sea despedida, han denunciado la situación a la Embajada española para solicitar la reincorporación de la profesora, argumentando que, aunque existen unos mínimos educativos, no hay unos máximos definidos.
Gracias a la intervención de los padres, la profesora podrá terminar el curso escolar con su clase, reduciendo su nivel de enseñanza. Sin embargo, a no ser que se tomen otras medidas, la maestra no continuará trabajando en ese centro el próximo año académico.
Según algunos padres, el motivo del despido podría deberse a un asunto personal y no profesional, ya que los alumnos no se han quejado en ningún momento. De hecho, lo único que hicieron fue querer aprender más.