En un comunicado, S&P rebaja la calificación a Santander, Banesto, Santander Consumer, BBVA, Banco Sabadell, Ibercaja, Kutxabank, Banca Cívica, Bankinter, Barclays y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).
S&P argumenta que los motivos aducidos para rebajar la deuda soberana española -el deterioro de la trayectoria del déficit presupuestario del país y el aumento de las probabilidades de que el Gobierno necesite proveer de ayudas fiscales al sector bancario- afectarán negativamente a las cuentas de los bancos.
No obstante, la calificación de las entidades españolas se mantiene en niveles aceptables, con moderada sensibilidad a entornos adversos y aún lejos de los denominados “bonos basura”.
La deuda a largo y corto plazo de Santander y de Banesto queda en A-/A2 desde el anterior A+/a-1, y la de Santander Consumer, en BBB+/A-2. La de BBVA queda fijada en BBB+/A-2 desde A/A-1, en tanto que la de Sabadell se sitúa en BB+/B desde BBB-/A-3.
Ibercaja, Kutxabank y Bankinter quedan situadas en BBB-/A3, al igual que la CECA, mientras que Banca Cívica se sitúa en BB+/B y Barclays en BBB+/A-2.
Aparte de la rebaja aplicada a estas once entidades, S&P mantiene sin cambios la nota de Caixabank, Bankia y el Banco Popular, aunque les otorga perspectiva negativa para una posible rebaja.