Ambos hicieron pública hoy su postura, un día antes de que la presidenta del FN, Marine Le Pen, dé su consigna de voto durante la tradicional fiesta de Juana de Arco que celebra mañana en París.
La líder del partido, que quedó tercera en la primera vuelta con casi el 18 % de los sufragios, aseguró que será clara en su llamamiento al voto a los casi 6,5 millones de franceses que le dieron su apoyo el pasado día 22.
Gollnich, líder del partido en la región de Lyon y durante años mano derecha de Jean-Marie Le Pen, adelantó en una entrevista al diario «Le Progrés» su intención de votar a Sarkozy, «la elección menos mala» para el país, pero condicionó su voto a que éste se comprometa a no ir contra los candidatos ultraderechistas en las legislativas de junio próximo.
En caso de que no cumpla las condiciones, Gollnich afirmó que votará en blanco.
Carl Lang, por su parte, consideró que «lo más dañino para Francia sería la victoria» del candidato socialista, François Hollande, y llamó a sus simpatizantes a «frenar a la izquierda socio-comunista», según el rotativo conservador «Le Figaro».
El que fuera secretario general del FN entre 1999 y 2005, atacó varios puntos del programa de Hollande, como «el derecho de voto a los extranjeros, la legalización del matrimonio homosexual (…) una política de agresión a la escuela libre y la destrucción agravada del respeto a la vida humana».
También criticó «el proyecto de despilfarro público, un programa de represión fiscal y de martilleo financiero a los franceses».
Según un sondeo publicado hoy por el instituto Ipsos, el 54 % de los votantes de Le Pen en la primera vuelta tiene previsto apoyar en la segunda a Sarkozy, frente al 14 % que apoyará a Hollande.